"El resultante, es una caída del resultado operativo, tornándose negativo en $37 millones a pesar de los programas de eficiencia que se han implementado para reducir los gastos de comercialización y administración cuyo impacto representó una disminución de 8,2%. Adicionalmente, el impacto de la devaluación sobre la deuda financiera asciende a, aproximadamente, $1.100 millones. Este costo tampoco pudo ser trasladado a precios debido a la situación del consumo", informaron.
La empresa Molinos explicó que la situación no es únicamente por es año: "La pérdida de los primeros nueve meses de 2019 de $1.356 millones, sigue la misma tendencia de los años 2017 y 2018, donde la Sociedad perdió, en moneda de 2018, $755 millones y $1.703 millones, respectivamente. La exponencial suba de costos, asociada a la muy fuerte devaluación de la moneda y la inflación, ha sido determinante en los resultados negativos de Molinos que no ha podido trasladar a los precios de su cartera de productos dichos efectos".
La situación de la empresa Molinos es similar a otras firmas como Arcor que debieron cerrar plantas o dejar de fabricar ciertos productos por la crisis del consumo. En medio de una demanda deprimida, las empresas no pueden subir precios debido a que la caída se profundizaría.
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