Con la publicación de esta Resolución N° 10, a partir de septiembre el haber mínimo actual de 8.096,30 pesos pasará a $8.637,10. Se trata del tercer aumento en el año, según lo estableció la nueva fórmula de movilidad jubilatoria aprobada polémicamente en diciembre pasado, y el acumulado anual ya suma 19,2%. La nueva fórmula establece que el ajuste trimestral se realice a través de una composición basada un 70% en el índice de variación de precios registrado por el Indec y un 30% en la evolución trimestral del índice Ripte (salarios formales).
Según informes del Indec, la inflación acumulada hasta junio es de 16%. Con la suma de lo previsto para julio (cerca de 3%), dato que se conocerá en estos días, y lo que sumen los meses de agosto y septiembre, se estima que al momento del cobro del nuevo aumento de haberes de los jubilados la inflación ya habrá acumulado un 25 o 26% por lo menos.
Así, el ajuste jubilatorio quedará por lo menos 6 puntos por debajo de la evolución de precios. Además hay que tener en cuenta que la evolución inflacionaria medida por el Indec es un promedio y hay sectores, especialmente el alimentario, que es el que más afecta a los jubilados con la mínima y beneficiarios de planes, donde se han registrado aumentos de hasta un 80% desde inicios del año.
Durante los primeros dos años de gestión de Cambiemos el acumulado de inflación fue de 76% mientras que el ajuste jubilatorio apenas llegó al 68,5%, confirmando una pérdida de 7,5% puntos respecto de la evolución de los precios. El desfasaje además se agravó con la transición de una fórmula de ajuste a la otra, por lo que en marzo de este año se intentó compensar con un bono por “única vez” de entre 375 y 750 pesos (o $400 para los beneficiarios de AUH).
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