Una de las empresas que integran el grupo es Catedral Alta Patagonia S.A. (CAPSA), que gestionará uno de los lugares más importantes a nivel turístico de la Argentina hasta 2056, hecho que beneficiará al mejor amigo de Mauricio Macri, Nicolás Caputo, exiliado en plena cuarentena a Estados Unidos, quien posee cientos de hectáreas de terrenos linderos.
Vía Bariloche, fundada en sus orígenes en la década del 70', se convirtió en uno de los grupos empresariales más grandes del país que domina el turismo y el transporte. Con un currículum oscuro, generó fuerte vínculos con el macrismo en los cuatro años de gobierno de Cambiemos.
En marzo de 2016, a solo cuatro mese de asumir, Macri visitó en un acto anunciado con bombos y platillos a la empresa de transporte Vía Bariloche, ubicada en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. Allí fue recibido por el gerente general de la firma, Sebastián Trappa. Hubo fotos con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y al secretario de Gestión de Transporte, Guillermo Krantzer.
Con Macri, Dietrich y María Eugenia Vidal, los Trappa lograron cerrar acuerdos beneficiosos a nivel transporte durante la gestión macrista. En la Provincia de Buenos Aires la empresa se quedó con cinco trayectos con la empresa del grupo Expreso Tigre-Iguazú S.R.L.
La foto con Dietrich no fue casual. Con su Ministerio lograron cerrar los acuerdos más importantes. Para las pocas líneas de colectivos eléctricos de la Ciudad de Buenos Aires, en la 34 (Liniers-Palermo) Vía Bariloche pudo meterse a oficiar como representante importador de la china Higer Bus Company Limited, según reveló el portal Letra P en 2018.
Y Trappa logró con Macri y Dietrich su botín más preciado: por medio de la resolución 854/2018, el Ministerio de Transporte le otorgó a la empresa Servicios Aéreos Patagónicos S.A. (SAPSA) el permiso para volar 39 rutas de cabotaje e internacionales. ¿De quién es SAPSA? Sí, de Vía Bariloche.
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