A su vez, los empleados explicaron que estos despedidos son la antesala de un ataque al convenio colectivo de trabajo de toda la industria química y petroquímica de la región de Zárate-Campana. “No nos interesan ni los arreglos, ni la indemnización, por más que nos asusten con que nos van a pagar la mitad, y en hasta ocho cuotas. Nosotros queremos mantener nuestra fuente de trabajo. Queremos trabajar. Si la compañía va a seguir produciendo, nosotros queremos seguir trabajando”, añadieron en declaraciones periodísticas.
Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas, plantean que hay disposición a enfrentar los despidos y la necesidad de que el sindicato químico y la CGT Regional convoquen al paro y un plan de lucha, para no permitir ni un despido más.
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