"How is Argentina?", escuchó Argüello apenas le franquearon el ingreso al histórico despacho. Trump lo saludó de pie, frente a su escritorio. Ya había estado una vez, en 2011. En ese entonces fue Barack Obama quien lo recibió para su primer período como embajador. Antes había ocupado la representación en las Naciones Unidas y luego fue a la embajada en Portugal. Pero, esta vez, junto con la embajada en Washington el Presidente le asignó un rol de coordinador sobre todos los representantes argentinos en organismos internacionales con sede allí como el Banco Mundial, el FMI y el BID. El objetivo es aunar fuerzas para las negociaciones argentinas por la reestructuración de la deuda.
"Estamos haciendo un esfuerzo para conseguir los mismos resultados que Estados Unidos en cuanto a crecimiento de la economía y suba del empleo", respondió el embajador a la consulta de Trump sobre el país. "Queremos volver a crecer, pero para eso debemos resolver nuestra crisis de deuda. Y acá es donde me detengo, presidente, porque nuestro país precisa el apoyo de su gobierno", le expresó Argüello, a lo que Trump reaccionó asegurándole su respaldo. Al jefe de la Casa Blanca se lo veía de muy buen humor luego de una semana en la que se cayó su impeachment y ganó por nada menos que el 97 por ciento la primera interna del Partido Republicano para elegir candidato presidencial en Iowa.
El Embajador Jorge Argüello @JorArguello presentó hoy al Presidente Donald Trump @POTUS sus Cartas Credenciales que lo acreditan como Embajador de la República Argentina ante los Estados Unidos de América 🇦🇷🇺🇸 (Official White House photo by Joyce N. Boghosian) pic.twitter.com/9a5Cd3A5iK— Argentina in USA (@ARGinUSA) February 6, 2020
En la carta que le presentó el embajador, Alberto Fernández se dirige a Trump con un "grande y buen amigo". "Las cualidades que distinguen al señor Jorge Martín Arturo Argüello, amigo personal de quien suscribe, son segura garantía de que desempeñará cumplidamente su honrosa misión", aseguró el Presidente. Lo de la amistad con Trump habrá que verlo, pero la de Argüello es real: se conocen desde la época de la Facultad de Derecho e integra el grupo de los íntimos presidenciales con quienes cada tanto se junta a cenar.
Con las cartas credenciales aprobadas, Argüello se convirtió en un full ambassador, ya en condiciones de mantener encuentros oficiales con funcionarios de todas las áreas. Con todo, en los últimos días adelantó contactos con representantes del Tesoro, del Departamento de Estado y de la Secretaría de Defensa. En todos esos encuentros aseguró haber visto muy buena predisposición a ayudar al país a salir de la crisis. En el Gobierno entienden que en la actual situación de convulsión regional, Argentina aparece a los ojos de Washington como un país estable políticamente, que pudo resolver sus diferencias en procesos electorales irreprochables. Embarcados ya en la campaña, la prioridad de la Casa Blanca hoy es que la región no se convierta en un problema.
No hay comentarios.