El diario minutouno.com hizo un repaso de los valores actuales de los principales indicadores económicos y los comparó con el último año de la segunda presidencia de Cristina Kirchner.
Así las cosas, mientras la suba de precios en todo 2015 fue muy alta, entorno al 30% según las consultoras privadas (y un factor clave para gran parte de la sociedad que decidió en las elecciones de 2015 no volver a votar a Cristina Kirchner), el jefe de Estado va a estar despidiéndose de su mandato con casi el doble de inflación: 55%, de acuerdo a los analistas, que les enviaron su informe mensual al Banco Central el jueves pasado.
El aceleramiento del costo de vida no fue acompañado por los salarios, que perdieron 13 puntos porcentuales en agosto de este año frente al mismo mes de 2018, mientras que en todo 2018 el deterioro del poder adquisitivo había sido de 18 puntos. Lo mismo pasó con las jubilaciones, que el año pasado perdieron 20 puntos respecto de la inflación.
Como correlato de esta situación, junto con los tarifazos -que en el caso de la luz aumentó en 3 años un 3000%-, el consumo no para de caer, cientos de fábricas y pymes cerraron, creció el desempleo, que volvió a los dos dígitos después de 13 años, trepó la pobreza, el endeudamiento se disparó y la Argentina quedó al borde del default, otra vez.
En materia de pobreza específicamente, en 2015, CFK dejaba un país con 11,6 millones de pobres, de los cuales 2 millones eran chicos. A junio de este año, suman 16 millones los argentinos en esa situación, de los cuales 5 millones son niños y adolescentes.
Ésta es la "pesada herencia" que deja Mauricio Macri y que, en caso de lograr la reelección, él mismo deberá hacerse cargo, aunque continúe diciendo que la grave situación por la que atraviesa el país y que afecta a la gran mayoría de los argentinos es consecuencia de la "pesada herencia" que recibió de los 12 años de kirchnerismo.
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