Según un estudio del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), desde 2015 se pasó de una incidencia muy baja del costo tarifario, cercana al 6,1%, a una sustantivamente mayor, de 26%.
Así, Argentina pasó a la segunda posición en el ranking de ocho países de la región: el crecimiento desde 2016 hasta la fecha, posiciona al país sólo por detrás de Venezuela (41,5%) en términos del peso de los servicios sobre el salario mínimo, vital y móvil, y significa que Macri fue el mandatario regional que más presión le puso a los sueldos bajos en los últimos años.
Mientras que a junio de 2019 el líder PRO habrá incrementado el peso de los servicios sobre los salarios unos 20 puntos desde su asunción, en Venezuela subió 19,5 puntos; en Perú, 6,8; en Brasil y Uruguay, 6; en Ecuador, 3,2; en Colombia, 2,3; y en Chile se redujo 0,9 puntos.
El reporte señala que los incrementos promedio de los servicios acumulados desde comienzos de 2016 llegarán en junio de este al 3.624% en la electricidad, al 2.401% en el gas, al 1.118% en los peajes, al 1.025% en el agua corriente, al 601% en el tren y al 494% en el colectivo.
En lo que la UNDAV describió como una "notable transferencia de recursos" desde los sectores de menores recursos hacia los más concentrados, una canasta básica de tarifas energéticas y de transporte pasó de representar el 6,3% del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) en 2015 al 23,5% en 2018. Con los aumentos oficializados hasta el momento, el peso seguirá creciendo durante el primer semestre y llegará al 26% en junio.
En ese sentido, el estudio señaló que entre diciembre de 2015 y octubre de 2018 (última medición disponible) los rubros relativos al pago de tarifas de servicios aumentaron 45,2% más que la inflación general del INDEC.
Como contrapartida de la fuerte pérdida de poder adquisitivo que esto significa para los sectores más vulnerables, cuya canasta de consumo está integrada casi exclusivamente por alimentos y servicios básicos, las distribuidoras de gas y electricidad se vieron beneficiadas con una fuerte ampliación de su rentabilidad.
Según el relevamiento de la casa de estudios del sur del conurbano en base a información de la CNV e Investing, las utilidades de Edelap crecieron 674%; las de Edenor, 437%; las de Gas Fenosa, 370%; las de Edesur, 174%; y las de Distribuidora de Gas del Centro, 99%; entre mediados de 2017 y el tercer trimestre de 2018.
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