En entrevista con Ámbito Financiero, Frigerio reivindicó como logros de la gestión de Cambiemos “haber recuperado el Estado de derecho, haber empezado a reconstruir la República, la división de poderes, la Justicia independiente, haber transparentado la gestión, combatir el narcotráfico y las mafias, integrar de forma inteligente a la Argentina al mundo, pasamos de importar a exportar gas, terminamos con la matriz de corrupción en la obra pública, y empezamos a decir la verdad en el Estado, algo que no ocurría en los años anteriores”. En términos económicos, destacó que “sentamos las bases para la recuperación de sectores muy importantes para la economía argentina como el energético, concluyendo 59 obras, 22 de energías renovables y 37 centrales térmicas”, aunque reconoció que estos elementos “no son fáciles de apreciar ahora”, en medio de “una coyuntura difícil”.
Consultado por los peores aspectos de los tres años de Gobierno, detalló: “Creo que en haber puesto la vara muy alta. Creímos que podíamos resolver problemas estructurales complejísimos y de mucho tiempo en la economía argentina con facilidad. Y claramente eso no es posible. Los problemas de la Argentina son de una complejidad y magnitud tal que van a llevar mucho tiempo para resolverse”.
Ante el señalamiento de la caída en todos los indicadores económicos del país, argumentó que la comparación con el pasado es “difícil” porque antes “no existían las estadísticas oficiales confiables”, para luego remarcar que “hasta el shock externo que recibió la economía en abril de este año en alguna medida habíamos logrado revertir algunas de las cuestiones económicas negativas”. Sin embargo, “todo cambió en abril de 2018 cuando claramente este shock externo negativo nos agarró mal parados. Con una economía todavía muy vulnerable, a merced de los vientos internacionales y muy dependiente del ingreso de divisas. Claramente esto generó una crisis que todavía explica la recesión actual”. “Hasta ese momento Argentina venía de crecer siete trimestres consecutivos. Lo que claramente no pudimos hacer es en los dos primeros años de gestión, o no tuvimos tiempo de hacer, es generar los anticuerpos para enfrentar una crisis externa de esa magnitud. Y sufrimos las consecuencias”, reconoció.
Ante la contradicción de anunciar un plan de baja de la inflación para luego confirmar tarifazos en todos los servicios públicos, el ministro descargó la responsabilidad en las provincias: “En la mayoría de los aumentos que se plantean la responsabilidad ya no es más del Gobierno nacional sino de las provincias”. Luego reivindicó esta decisión de redefinir las jurisdicciones porque implica “clarificar algo que estaba distorsionado que es la distribución de las responsabilidades entre los distintos niveles de gobierno”. “Y hoy son claramente responsabilidad de los gobiernos provinciales que hoy tienen más recursos que los que tenían en el pasado y una mayor participación sobre la recaudación que antes de que asumiera Cambiemos”, insistió.
Frigerio también destacó los cambios en el Gabinete nacional, ya que mejoraron “la gestión y el sistema de toma de decisiones”. Y agregó: “Me parece que los ministros se sienten más cómodos trabajando de esta manera. La rosca es la negociación, dedicarle tiempo a escuchar a los circunstanciales adversarios, prestarles atención, entender sus necesidades”. Sobre el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, quien anunció su voluntad de no seguir en el cargo, opinó: “Ha manifestado que no quiere seguir como presidente de Diputados porque su tarea se va a agotar a fines de este año. Pero es una figura fundamental del Gobierno y de la política en este país”.
En cuanto al crucial año electoral 2019 consideró que “todavía tenemos un año de gestión en el que tenemos que demostrar muchas cosas”, entre ellas la necesidad de “sortear esta difícil situación de los mercados para no caer nuevamente en una crisis como la de abril” y “demostrar que, a partir de los cambios en las políticas monetarias y fiscales, podemos bajar la inflación”.
Respecto de la decisión de muchos gobernadores, que eligieron desdoblar las elecciones locales con las nacionales, consideró: “La mayoría de los argentinos entendió que el camino que venía transitando la Argentina antes de la asunción de Cambiemos no era el que le convenía al país, y evidentemente el peronismo necesita más tiempo para salir de esa situación, de ese antecedente tan próximo en el tiempo. Ojalá podamos tener una oposición organizada detrás de un liderazgo republicano y con valores similares a los que representa Cambiemos, y con los que podamos confluir en cuestiones estratégicas”.
Hacia las presidenciales de octubre, opinó que “la principal figura de la oposición sigue siendo la expresidenta” y respecto del economista Roberto Lavagna planteó: “No tengo información, y si lo están impulsando, no sé si él tiene intenciones de presentarse”.
Por último, consideró que hay que “debatir” la propuesta de desdoblar las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Y añadió: “Las elecciones desdobladas claramente favorecen la atención en las políticas públicas de los gobiernos locales. Que muchas veces pierden visibilidad en una elección nacional. Desdoblando las elecciones la gente vota con mayor…cuál sería la palabra…precisión…la gente puede prestarle más atención a las propuestas de los gobernadores y los intendentes”. Luego reconoció: “Por supuesto que también tiene contras. El hecho de generar un costo sin economías de escala, y obligar a la gente ir más veces a votar. Hay que sopesar los beneficios y los costos y llegar a una conclusión”. Por último, consideró que el desdoblamiento no perjudicaría las chances de Cambiemos a nivel nacional. Y concluyó: “Yo creo que todas las decisiones de estrategia electoral que tomemos tienen que apuntar a la prioridad mayor que es lograr la reelección del Presidente”.
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