“Llegamos y nos encontramos con las puertas cerradas. El encargado quiso abrir como todos los días, pero no pudo. Cambiaron la cerradura”, contó Laura, una de las obreras, a radio AM 750. Según el relato de la trabajadora, el viernes la gráfica funcionó normalmente.
Los operarios recordaron que la empresa tenía problemas financieros. “Ya venían mal desde el año pasado, cuando no nos terminaron de pagar el aguinaldo. Ya pasamos malas épocas como en el 2001 y nunca vivimos nada como esto”, contó Beatriz, con 25 años de antigüedad en la compañía.
“Nadie se comunicó con nosotros, nadie nos dice nada. El jefe no da la cara”, remarcó Laura. Los trabajadores seguirán en la puerta de la planta, en Camarones al 2800, a la espera de una respuesta.
La semana pasada, y con un modo similar, PepsiCo cerró su planta de Vicente López y despidió a 600 trabajadores.
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