Así lo informó la compañía mediante un documento enviado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) en el cual agregó que, tras los cierres de ambos establecimientos que operan en la localidad bonaerense de Zárate, se dedicará al almacenamiento y la logística asociada a la terminal portuaria en la que opera. “En atención a que la medida implica desvincular al personal afectado a las operaciones de las plantas que se procederán a cerrar, el directorio aprobó la presentación de un Procedimiento Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Nación”, agrega la comunicación oficial enviada por Carboclor a la CNV.
El mecanismo argumentado por la compañía permitirá a las autoridades de la cartera laboral examinar si es procedente dicho pedido y si concurren causas que justifican el despido de personal que sería afectado por la medida. Según fuentes gremiales, en la planta de Zárate actualmente trabajan 80 personas afiliadas al Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas de Zárate más otras 70 que están bajo otro convenio.
Algunos portales informativos de la zona dan cuenta de que el personal permanece en las plantas y que aún la empresa no envió los telegramas de despido.
La crisis de Carboclor es de larga data. La empresa, propiedad de la petrolera estatal uruguaya Ancap, viene acumulando balances negativos y arrastrando fuertes pérdidas. Al punto que en diciembre del año pasado, su controlante había admitido que su filial en Argentina "no muestra signos de recuperación en su balance más reciente, ya que la producción cayó por debajo de los niveles normales".
Carboclor opera en la zona de Zárate y Campana desde 1968 y se dedica principalmente a la producción de solventes para gasolinas y en parte al negocio logístico. Su crisis se suma a la de otras empresas químicas de la región que también optaron por reestructurar operaciones como el caso de Atanor, que ya cerró varias de sus plantas y ahora importa anhídrido acético y ácido acético, dos productos que antes fabricaba en Baradero.Adicionalmente, en Carboclor responsabilizaron de sus problemas a una medida adoptada por el Ministerio de Energía y Minas de la Nación sobre la composición de las naftas con bioetanol. Esto, según los directivos de la empresa “continúa teniendo un fuerte impacto” en el margen de rentabilidad de sus negocios, lo que hace necesaria una “mayor y mejor financiación”. Uno de los principales productos de Carboclor es un componente de alto octanaje para la producción de nafta sin contaminante de plomo, pero su comercialización fue prohibida a principios de este año debido a nuevas regulaciones.
El año pasado, Ancap contrató a una consultora extranjera para analizar la viabilidad de Carboclor o el ingreso de interesados al capital mediante una venta total o una fusión. Además de la petrolera uruguaya, un 25% del capital de Carboclor es controlada por inversionistas que operan la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
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