El gigante coreano enfrenta una de las peores noticias de su historia. La fiscalía surcoreana anunció que pidió la detención del heredero de Samsung tras una investigación sobre el supuesto pago de sobornos que llevó a un escándalo político que provocó la reciente destitución de la presidenta Park Geun-Hye.
En una declaración, los fiscales que investigan el caso indicaron que solicitaron a un tribunal de Seúl la detención de Lee Jae-Yong, hijo del presidente del conglomerado Samsung, Lee Kun-Hee. El empresario tiene 48 años y es el vicepresidente de esa compañía.
Lo que se investiga es el supuesto pago de coimas a funcionarios de la administración de Geun-Hye. El exministro de Salud, Moon Hyung-pyo, fue uno de los primeros acusados en el caso. El exfuncionario habría cometido "abuso de poder" para obligar al fondo de pensiones estatal a respaldar una polémica fusión de Samsung en 2015.
La semana pasada, investigadores interrogaron a Lee por acusaciones de que la multinacional surcoreana obtuvo favores del gobierno, como el apoyo para la fusión, a cambio de donar fondos corporativos a varias entidades controladas por Choi Soon-sil, una amiga de la expresidenta Geun-hye, que está en prisión. Lee negó las acusaciones y Samsung no hizo comentarios.
Lo cierto es que Samsung sufre de graves acusaciones que le podrían costar mucho más que el prestigio de la compañía.
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