En Miami Beach, Florida, Jerome Klein, ató en una silla a su madre y la golpeó en su cuello y torso durante 8 horas con el fin de lograr que cambiará su testamento y ser el único beneficiario.
No satisfecho con esto, Jerome, le negó el derecho de ir al baño, comer y de tomar agua. La retuvo sin poder moverse a la desvalida anciana de 81 años, hasta que la policía encontró a Klein y lo retuvo en prisión hasta el juicio.
Sus hermanos confesaron que el miedo siempre había estado, sobre todo porque Klein vive con su madre y tiene armas escondidas en la casa. Aunque de igual manera no pudieron evitar tal trajedia.
La madre le comentó a un noticiero local que tenía temor de dormir en las noches por las represalias que podría hacer su hijo, ya que era un ser violento y sumamente egoista.
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