
Tras la bronca por los presuntos espionajes por parte de la AFI, la gobernadora se solidarizó con el líder del Frente Renovador por el extraño robo en sus oficinas de Avenida del Libertador, que también podrían estar relacionadas con los servicios de Inteligencia.
Al enterarse la noticia, Vidal llamó a Massa y se mostró con mucha empatía por lo sucedido.
La amistad que el tigrense mantiene con Horacio Rodríguez Larreta y la buena relación con la gobernadora provincial exasperan a Macri. Y, en muchos caso, el jefe de Gobierno recibe sobre sus espaldas las broncas presidenciales con Massa.
Además, la gobernadora tiene una gran preocupación: es que Macri tiene chances de perder en primera vuelta, pero con la opción de rehacerse en el ballottage. En cambio Vidal, no. Con quedar un solo voto abajo, se va. Sabe que, al no desdoblar elecciones, perdió muchos votantes.
Es la dirigente con mejor imagen de Cambiemos, pero puede quedarse en el llano. Suficientes argumentos para sentirse descuidada.
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