El registro es el más alto desde 2010 y estima que la cantidad de personas que al menos sufren una carencia entre los derechos básicos sociales y económicos (como alimentación, vivienda, educación, empleo) pasaron de 10.773.000 personas a 12.676.500, es decir del 26,6% al 31,3% -aunque el relevamiento sólo se realiza en en las zonas urbanas del país-.
El estudio de la UCA, que publicó el diario La Nación, incluye el concepto de "pobreza estructural" que mide a personas u hogares que tengan más de tres "carencias" (categoría que el Indec registra como "indigentes") . En esta categoría están el 18,6% de la población, cuando en 2017 era el 16,7%. Es decir que se sumaron en un año 769.500 pobres estructurales nuevos lo que da un total de 7,5 millones.
El principal responsable de la caída, señal el informe se debe a la caída del poder de compra causada por la inflación y la baja de los salarios con aumento de la desocupación.
En este sentido cabe destacar que el Indec acaba de anunciar que la desocupación pasó del 7,2% al 9,1% el año pasado y que se incrementó el trabajo informal.
Para el gobierno nacional el dato pega de lleno en sus aspiraciones políticas. El presidente prometió "pobreza cero" en toda su campaña y pidió ser evaluado por el resultado de ese objetivo. En su última declaración al respecto dijo que la pobreza no bajó, pero que si lo hizo "pobreza estructural". Sin embargo, la UCA también desmiente tal afirmación.
Lo números de la economía, con un descenso del PBI del 6% en el último trimestre de 2018, una inflación que superará largamente el 10% en el primer trimestre de 2019, cierre de empresas y una caída del salario que se profundiza no son datos alentadores para que este proceso se revierta y que Macri pueda se evaluado con menos dureza.
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