Argentina deberá responder a la demanda ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York en los próximos 60 días. Según informa el portal La Letra P, Sebastián Maril, economista de Research for Traders especializado en títulos públicos y litigios internacionales, explicó: “Varios dijimos en su momento que el cambio de la base de cálculo del PBI iba a terminar mal; era algo que se venía venir. Sin embargo, no hubo juicios durante estos años porque el mercado esperaba que en algún momento se produjera un crecimiento de la economía que gatillara el pago de ese cupón, lo que finalmente no ocurrió”.
En marzo de 2014 el ministro de Economía Axel Kicillof anunció que el crecimiento del PBI del año anterior había sido del 3%, 0,22% por debajo del límite establecido para que se disparara el pago extra a los inversores en bonos atados al PBI, una cifra entonces estimada en 3.500 millones de dólares. Pero esa cifra se alcanzó modificando las bases de cálculo de PBI vigentes hasta el momento, lo que dio lugar a diversos reclamos por considerar que las estadísticas oficiales no eran transparentes. Si bien el “recálculo” es una práctica habitual en diversas economías del mundo, los litigios contra Argentina tienen una larga tradición que el fondo buitre decidió aprovechar.
Aurelius dice tener bonos por un valor nominal de 890 millones de dólares y reclama el pago de casi 84 millones de intereses, pero si otros grandes tenedores de bonos se sumaran a la demanda la cifra podría multiplicarse y generar una imprevista bola de nieve ya que los bonos con cupón PBI (emitidos en los canjes de deuda de 2005 y 2010) son los papeles de deuda argentina más buscados.
Debido a la naturaleza polémica de estos bonos, en 2016 el entonces ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay colocó dos títulos por 2.750 millones de dólares para destinar lo recaudado a la recompra de bonos cupón PBI, pero la operación nunca se realizó y los bonos siguieron operando.
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