“Según las estadísticas del Ministerio de Hacienda, la deuda pública bruta alcanzó USD 308.000 millones al cierre del tercer trimestre de 2018, lo que representa 95,4% del PBI”, explica Ecolatina. La justificación del incremento de la deuda respecto al PBI se debe a la mega devaluación que sufrió el dólar el año pasado.
La consultora explica que “el pago de intereses saltará de 16,4% en 2018 a 18,2% este año, su peso sobre el PBI trepará de 3,1% el año pasado a 3,6% en 2019; de este modo, más que duplicará al valor heredado, ya que en 2015 dicho cociente se había ubicado en 1,3%”. Además también se refiere a una constante reducción del gasto público: “El gasto primario caerá desde 24% del PBI en 2015 a 19% este año. En consecuencia, el gasto público total habrá caído alrededor de 3 p.p. del producto, al pasar de 25,3% en 2015 a la zona de 22% este año”.
Ecolatina explica que el préstamo del FMI no tendrá gran influencia en la economía durante el 2020 y el 2021 porque “los desembolsos y los pagos se compensarán mutuamente, de modo que no exigirá grandes esfuerzos por esta vía”.
En cambio, en 2022 y 2023 la Argentina deberá devolverle casi USD 45.000 millones al Fondo. “Considerando los resultados de cuenta corriente (ingreso neto de divisas genuinas al país) y fiscales de los últimos años, es imposible que esos pagos se realicen con fondos propio”, explica la consultora.
El informe concluye asegurando que las recomendaciones del FMI “llegaron para quedarse, por lo que también condicionarán al próximo presidente electo”.
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