Verónica Geese, secretaria de Estado de la Energía de Santa Fe, explicó que convocaron de urgencia a una reunión este martes de los legisladores nacionales de esos distritos para advertirles de los problemas que generaría aprobar un cambio en la carga tributaria.
"Hace dos semanas, en la reunión de la Liga Bioenergética, empezamos a manejar la información de que hay intenciones de modificar la normativa vigente en cuanto a los biocombustibles en el contexto del tratamiento del proyecto de presupuesto 2019, por eso convocamos a los legisladores", dijo Geese.
Los trascendidos apuntan a que Energía propone cobrar el impuesto que hoy pagan los combustibles fósiles a los "verdes" por encima del corte obligatorio en vigencia, que es de 12% para naftas (para ellas se usa etanol), y 10% para gasoil (se usa biodiésel en la mezcla).
En la reunión tanto los representantes de los gobiernos provinciales como del sector privado quieren describir el escenario que se generaría de equipararse el impuesto. Desde los distritos que integran la "Liga Bioenergética" sostienen que las bioenergías son "el futuro de Argentina y del mundo, y pueden impulsar el desarrollo industrial del país".
"La propuesta no tiene ni pies ni cabeza y es grave que se siente un precedente y se trate de igual manera a los biocombustibles que a los fósiles", insistió Geese. Hoy la mayor parte del biodiésel se produce en la zona de los puertos santafesinos, mientras que el bioetanol se genera agregando valor al maíz en Córdoba y a la caña de azúcar en Tucumán, Salta y Jujuy.
Hace casi dos meses el director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, adelantó que la alternativa en análisis es "como gravar al cigarrillo electrónico con el Impuesto Interno al tabaco". Ahora se ratificó la preocupación de las empresas del sector.
Molina insiste en que gravar a los biocombustibles con el Impuesto a los Combustibles es "incompatible con la intención del Gobierno Nacional de diversificar la matriz energética, intensificando el uso de biocombustibles, entre otras alternativas, y con el objetivo de desconcentrar la oferta de combustibles en Argentina y al mismo tiempo, descarbonizarla".
En diciembre pasado fue el propio Gobierno Nacional quien envió al Congreso de la Nación, dentro del proyecto de reforma tributaria -convertido en Ley 27.430- la desgravación de los biocombustibles, tanto en estado puro como en cortes.
A su entender, los legisladores de las provincias productoras deberían "rechazar de plano" la carga. De aceptarlo, entiende que se debe bregar para que se aplique" un muy reducido nivel de Impuesto a los Combustibles sobre los biocombustibles, equivalentes al 92 % de la alícuota que estimativamente le corresponderá al gasoil a partir del 1 de abril y de un 74 % del que le corresponderá a partir de la misma fecha a la nafta, pero aplicable solo sobre un 35,44 % del total".
Como contrapartida del gravamen establecido a los biocombustibles, se debería aumentar el Impuesto al Dióxido de Carbono establecido al gasoil, diésel oil y naftas, en la cifra requerida para mantener el diferencial impositivo vigente al 1 de abril próximo.
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