El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sabe que el año que viene tendrá que desembolsar cerca de $6.500 millones que saldrán de la baja de cuatro puntos porcentuales de obra pública (que ya se encuentra en niveles récord). Sin embargo, aún cuando el impacto del ajuste no representaría tanto en relación al presupuesto que ya tiene, quedó fuera de las compensaciones que el Gobierno tiene pensado darles a todas las provincias por la transferencia de los subsidios al transporte.
Tal y como publicó en exclusiva BigBang, con el aumento del impuesto a los Bienes Personales se buscará generar los recursos para que las diferentes jurisdicciones no tengan que costear íntegramente el impacto de los subsidios al transporte público. Ese dinero llegará con la misma distribución que tiene hoy en día, por coparticipación, ese gravamen. Sin embargo como data antes de la creación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1996 el Ejecutivo porteño se queda fuera del reparto.
Con la provincia de Buenos Aires el panorama es aún más crítico, dado que la actualización del Fondo del Conurbano que consiguió Vidal se calculó sobre la base de la inflación proyectada de 15% para 2018 y de 5% para 2019. Como consecuencia, ya planteó la necesidad de que los $65.000 millones que recibirá el año que viene vengan con un aumento de un 23%, es decir, $19.000 millones extra. Sobre ese punto se encuentra trabajando la Casa Rosada, en especial el ministro de Interior, Obra Pública y Vivienda, Rogelio Frigerio. “Se le va a compensar de alguna forma, pero tiene que contar con el aval de todos los gobernadores, porque va a ser extensivo para ellos también”, indicó una alta fuente oficial al tanto de las negociaciones.
Lo que busca la Casa Rosada es que se llegue a un buen puerto primero con el Presupuesto en el Senado, para luego poder avanzar con la negociación para la reactualización. Tal y como publicó el diario Perfil la cifra inicial que se baraja es de $15.000 millones, pero puede llegar a acercarse a los $19.000 millones dependiendo del impacto inflacionario que haya a fin de año. Si la inflación no muestra signos de desaceleramiento el cálculo sería mayor.
En el entorno de Macri sostienen que es virtualmente imposible no compensar a la provincia por la situación del Fondo, como también admiten de que Rodríguez Larreta y ella fueron el blanco predilecto en la negociación presupuestaria con las provincias eje que quedó en evidencia cuando se cerró la addenda al pacto fiscal.
En la Gobernación procuran mantener el silencio sobre la situación y remarcan que, si bien fueron los principales perjudicados a la hora del reparto de las partidas presupuestarias, no tenían mucho margen de maniobra. “No hay mucho que podamos hacer. Es lo que necesita el gobierno nacional en teoría para aprobar el Presupuesto”, expresaron desde el entorno de la mandataria provincial.
De ocurrir, la compensación sucedería después de la sanción de la ley de leyes en el Senado -que se calcula se hará a mediados de noviembre- cerca de la cumbre de Líderes de G-20 para “no complicar el tratamiento legislativo”, según explican. La modalidad sería con un decreto de reasignación de partidas, por lo que no tendría que ser aprobado en el Congreso.
Declaraciones que no cayeron bien
En el medio de las negociaciones sorprendieron las declaraciones del ministro de Gobierno provincial, el intendente con licencia de San Miguel Joaquín De la Torre, que criticó con dureza no sólo a Frigerio sino también al titular de la cartera de Hacienda y Finanzas, Nicolás Dujovne, por la situación del Presupuesto.
Esas frases cayeron como una bomba en la Rosada pero, después de varias charlas, llegaron a la conclusión de que se trataría de una forma que tendría de despegarse de la gestión de Vidal para una eventual salida el año que viene para buscar su última reelección como jefe comunal. “Si te pones a pensar de que es el que peor se lleva con todos los ministros de María Eugenia no es ilógico razonar que podría preparar el terreno para salir”, analizaron.
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