A lo largo de los últimos cuatro meses cubiertos por las estadísticas oficiales se destruyeron 97.400 empleos registrados. Uno de cada tres puestos perdidos entre marzo y julio provienen del sector formal privado, que es el tipo de inserción laboral donde se registran mejores condiciones y mayores salarios. Un informe del Observatorio de Comercio Exterior, Producción y Empleo (CEPE) que depende de la UMET, advierte que el proceso de pérdida de puestos de trabajo asociado a la crisis se combina con un incremento en la precarización. La informalidad laboral ascendió hasta 34,3 por ciento durante el segundo trimestre del año, un aumento de 0,5 puntos en doce meses. El deterioro de la estructura laboral también se observa en la reducción del empleo asalariado registrado, que cayó hasta el 48,6 por ciento del total, una caída interanual de 1,1 puntos.
La desocupación trepó de 8,7 a 9,6 por ciento en el último año para alcanzar la tasa más alta de los últimos 12 años. Los subocupados, por su parte, se incrementaron de 11 a 11,2 por ciento. Los últimos datos publicados por el Indec muestran que casi 4 millones de personas tienen problemas de empleo. El relevamiento oficial abarca los meses de abril, mayo y junio, cuando la crisis cambiaria y el ajuste recesivo todavía no habían impactado de lleno en el aparato productivo. “La crisis sienta las condiciones para la profundización de la precarización laboral”, sostiene el documento del CEPE.
“La desocupación creció por la incorporación de personas al mercado de trabajo que no encontraron empleo. El motivo de la incorporación se denomina ‘efecto trabajador adicional’: ante la caída del poder adquisitivo, aumenta la cantidad de personas que buscan trabajos para compensar los menores ingresos familiares”, explica el informe. De acuerdo al CEPE, el incremento en el nivel de desempleo es “completamente explicado por la incorporación de cónyuges e hijos del jefe de hogar” que se suman al mercado laboral.
“La crisis aceleró aún más la destrucción que se venía dando en los empleos registrados. Las malas medidas económicas tomadas por el gobierno impactaron con fuerza en el sector formal durante los últimos meses”, expresó el rector de la UMET, Nicolás Trotta. La industria manufacturera es una de las actividades más afectadas por el proceso de apertura comercial, ajuste fiscal, aumento en las tasas de interés, volatilidad cambiaria, aceleración inflacionaria y contracción del poder adquisitivo. Desde que comenzó la presidencia de Mauricio Macri se destruyeron 93.200 puestos industriales. La pérdida de empleo acumulada representa el 7,4 por ciento de la dotación de trabajadores industriales que existían en diciembre de 2015. El deterioro fue permanente ya que la ocupación fabril retrocedió en 31 de los 32 meses de gestión de Cambiemos cubiertos por las estadísticas oficiales. Los registros muestran que la industria destruyó 27.970 posiciones en la comparación de julio de 2018 con un año atrás, mientras que la caída mensual (contra junio) alcanzó a 3400 empleos, que en la medición sin estacionalidad se profundiza hasta los 4100 puestos.
“Como era de esperar, el impacto de la crisis económica sobre el empleo ya se ve reflejado en los números y se siente en la calle. De la misma manera, se acelera la precarización en el mercado de trabajo por la suba tanto de la informalidad laboral como del descontento de los trabajadores en su condición actual”, explicó la coordinadora del CEPE, Paula Español.
La presión sobre el mercado laboral es un instrumento que permite medir problemas de empleo. Representa a aquellas personas que, teniendo o no trabajo, buscan modificar su situación laboral. El aumento de este indicador elaborado por el CEPE refleja el descontento de los trabajadores con su situación laboral. De acuerdo al estudio, durante el segundo trimestre de 2018 cerca de un tercio de la población activa se encontraba buscando trabajo o disponible para nuevas oportunidades laborales, lo que representa un aumento de 2,3 puntos porcentuales en relación al mismo período del año pasado. “Los indicadores relevados irán empeorando con el correr de los meses, ya que todavía falta que impacte la peor fase de la crisis que transitamos en la actualidad”, señaló Español.
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