"Siento que subestimamos el impacto de corregir los precios relativos de las tarifas. En la Argentina se regalaban la luz, el gas y los servicios sanitarios”, admitió. También dijo estar convencido de que la “Argentina va a retomar el camino del crecimiento”, pero lejos de apostar por el desarrollo productivo o la inversión en ciencia e innovación, consideró que ese crecimiento provendrá de “una cosecha de trigo récord y el ingreso que pueda generar el turismo”.
El Presidente también se refirió al caso de los cuadernos y especuló con la posibilidad de que Cristina Kirchner termine detenida: “Muchos dicen que no me conviene. Pero yo no hago lo que me conviene a mí, sino lo que le conviene al país, y lo que le conviene es que haya un sistema judicial independiente; que no esté manipulado para que sucedan o no las cosas”. Sin hacer mención a la responsabilidad del grupo empresario de su familia en las presuntas coimas analizadas en la causa, sí reconoció que habló con su primo Angelo Calcaterra, ex dueño de Iecsa, antes de que éste declarara en la causa: “Me avisó que se iba a presentar (a declarar ante el juez Claudio Bonadio). Siempre es mejor ir con la verdad, con todo el dolor del mundo porque le tengo un gran afecto”.
En respuesta a la consulta sobre las denuncias de falsos aportes a la fuerza política que encabeza dio una insólita respuesta: “No hay que mezclar las cosas. Una cosa es recaudar permanentemente sobre toda actividad económica que realiza el gobierno en forma coercitiva y otras son los momentos de campaña”.
“La ley tiene muchísimas fallas. Hemos propuesto una mejora en la ley para transparentar los aportes truchos de campaña, más allá de que en la provincia hemos dispuesto una auditoría y que confío plenamente en la gobernadora. No hay ninguna posibilidad de que la gobernadora tenga algo que ver en tomar un peso que no sea de ella”.
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