El tipo de cambio se disparó hoy 90 centavos, junto al resto de las divisas del mundo, principalmente las subdesarrolladas, por la “guerra” económica entre Estados Unidos y Turquía. El desatendido y sustancioso déficit comercial y la enorme masa de bonos dolarizados que emitió el Gobierno dejaron a Argentina vulnerable ante este golpe externo. Además impactó la huida al billete de parte de los inversores que se sacaron de encima acciones de empresas salpicadas por los cuadernos del chofer de Roberto Baratta.
La escalada del “verde” se dio con el aval del presidente de la autoridad monetaria, Luis Caputo, y su vice, Gustavo Cañonero, quienes optaron por mantenerse afuera de las operaciones. A nombre del Tesoro subastaron sólo U$S 50 millones del préstamo del FMI, en lugar de elegir una suma acorde ante la recalentada demanda.
En lo que va del año, la moneda se devaluó ya 57,5%. Hoy aumentó un 3,1% y cerró a $ 29,80 el promedio que realiza el BCRA. A la par de la plaza al contado, escaló la cotización en el mercado de futuros. Los inversores esperan un billete a $ 31,10 para el mes próximo y que llegue a los $ 33,95 en diciembre, en las transacciones del Rofex.
Para julio de 2019 el pronóstico alcanza la barrera de los $ 40. Los aumentos en toda la pizarra variaron entre un 4,5% y un 5%, mayor al alza de esta jornada.
Los grandes jugadores de la City porteña pronostican que el Banco Central mantenga una actitud pasiva, similar a la falta de reacciones de Federico Sturzenegger y Lucas Llach. De confirmarse esta tendencia, volverá a motorizar a la inflación y hará perder poder adquisitivo a la mayoría de los salarios.
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