Según el BCRA el volumen operado en créditos al sector privado en UVA totalizó 7.600 millones de pesos, “reduciéndose con respecto a los meses anteriores”. Es decir un 42% menos que el mes anterior, cuando esos mismos créditos habían llegado a 13.082 millones de pesos. El 80% de esos montos corresponde a créditos hipotecarios, por lo que su reducción drástica explica directamente la desaceleración del mercado inmobiliario. Según datos del Colegio Profesional Inmobiliario, en el mes de mayo el 25% de las operaciones a realizarse con créditos hipotecarios fueron canceladas.
El nuevo panorama económico abierto desde el inicio de la corrida cambiaria en abril también ha complicado fuertemente el acceso a estas líneas de crédito, uno de los caballitos de batalla de la propaganda oficial sobre el crecimiento de la economía nacional. Ahora, para lograr un préstamo de un millón de pesos a 30 años deben demostrarse ingresos de por lo menos $25.284 (6 mil pesos más que el año anterior).
El valor de las UVA se actualiza de acuerdo a la inflación, lo que también viene complicando a quienes ya tienen sus créditos adjudicados, que han visto significativamente incrementado el valor de las cuotas a pagar. Según el informe del BCRA también aumentaron durante mayo las tasas de interés nominales activas de casi todas las líneas de crédito.
Si bien el estudio reconoce que el ratio de irregularidad del crédito al sector privado se ubica en 2,1% (con un leve aumento respecto del mes pasado), se aclara que “los niveles actuales de morosidad resultan moderados, tanto en relación al registro de los últimos 10 años como en una comparación con los países de la región”.
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