Según los principales economistas, las pautas fijadas por la entidad crediticia internacional, sin tener la dureza de otras épocas, plantean objetivos difíciles de alcanzar que impactarán en la vida cotidiana de los argentinos.
Déficit fiscal
Argentina mantendrá su meta de déficit fiscal primaria de este año en 2,7% del PBI y reducirá la de 2019 a 1,3% (anteriormente era de 2,2%). Para 2021, en tanto, deberá demostrar un superávit primario de 0,5%.
El economista del Ieral, Jorge Vasconcelos, consideró que el financiamiento acordado con el FMI “se logró con un cambio de ritmo en la política fiscal, pero no con un giro de 180 grados”.
“Se procura una reducción más rápida del déficit fiscal, pero no hay un giro imprevisto”.
Los beneficios que se observan superan a los costos”, dijo Vasconcelos.
Según el ex presidente del BCRA, Martín Redrado, “el gran tema va a estar en el Presupuesto”, especialmente “en cómo bajar el gasto público”.
“Los recortes vienen en transferencias a provincias, en gasto en infraestructura, en subsidios económicos”, pronosticó.
Las metas de inflación
Según lo que trascendió del acuerdo con el FMI, Argentina se compromete a un esquema de metas descendentes de inflación: para 2019, será del 17%; para 2020, del 13% y para 2021, del 9%. ‘Estas metas van a ser auditadas. Para llegar a esa tasa de inflación, necesitamos entrar en un proceso de baja inmediata. Para junio del año que viene tenemos que estar en una inflación de 20/21%’, aseguraron en el gobierno.
Gasto social
Se aseguró oficialmente que se implementó una salvaguarda para ampliar el 0,2% del PBI el gasto social de acuerdo con un monitoreo de indicadores sociales.
Según Claudio Loser, ex director del departamento del hemisferio occidental del FMI, el gasto social “no se va a tocar, o habrá un piso para el gasto social”.
Blejer marcó también como “características particulares” del acuerdo anunciado ayer por el Gobierno, la cláusula por el gasto social. “No vi esa cláusula tan explícita en otros acuerdos. Eso es un cambio importante”, concluyó.
Jubilaciones
Respecto de las jubilaciones, Loser señaló que “escuchando al ministro (Nicolás) Dujovne, no se van a tocar las jubilaciones. Quizás lo que se haga es reducir el ritmo de aumentos”.
“No espero cambios para la gente ya jubilada”, dijo Loser, y consideró posible que se implementen algunas modificaciones como la edad jubilatoria para los actuales trabajadores activos.
Salarios
El economista Rodolfo Santángelo aseguró que “el gradualismo tiene que pegar una acelerada violenta, va a haber un guadañazo a los salarios del sector público que lo hace la inflación”, advirtió.
Por de pronto, el Poder Ejecutivo para compensar la suba de precios por encima de la pauta prevista del 15%, el gobierno oficializó el régimen que habilita el otorgamiento en el sector privado de una recomposición salarial del 5 % “no acumulativo” y con carácter “remunerativo”.
El ajuste será a cuenta de las negociaciones paritarias que se desarrollen una vez que se activen las cláusulas de revisión incorporadas en los acuerdos de este año.
Dólar
Se entra a un esquema en que la divisa flotará libremente y las intervenciones seguirán a cargo del Banco Central. “Desde Finanzas, y a través del Banco Nación, solamente vamos a vender los dólares excedentes para cubrir el déficit”, adelantó el ministro de Finanzas, Luis Caputo.
Sobre el tipo de cambio el ex presidente del BCRA, Martín Redrado, dijo que “hay más presión de demanda que oferta, si el efecto expectativa que generan estos US$ 50 mil millones logran calmarlo, deberíamos tener un dólar relativamente estable. Hasta ahora estamos viendo presión alcista”.
Nivel de actividad
Según Loser, las nuevas metas de déficit indican que la economía local se “desacelerará”. Sin embargo, el especialista consideró que “no hay peligro de una recesión como la del 2001 que fue la peor que la Argentina ha tenido prácticamente en los últimos 90 años”.
“Va a ser una desaceleración. A la gente le puede doler pero no va a ser una cosa terrible. Es como ir al médico porque tenemos un problema de apendicitis que tenemos que operar. Va a doler pero va a ser para bien”, sostuvo.
En tanto para el economista José Luis Espert, “se va a generar una actividad económica débil, con algunos meses de caída y una inflación alta de 2% o 2,5% durante algunos meses y además, vamos a tener tensión social significativa”.
Espert dijo que “no es un acuerdo duro, puede generar tensión política, pero no hay un recorte de gastos públicos significativo de acuerdo a lo que veníamos teniendo”.
Obra pública
El economista Víctor Beker consideró que la inversión pública será la “gran candidata” a sufrir el “drástico” ajuste del gasto que el FMI exige a la Argentina.
“Lo que el Fondo Monetario ha pedido es que la reducción (del gasto) sea más drástica que lo que había anunciado el Gobierno. Lo que también pidió ese organismo es que no haya más financiamiento (al tesoro Nacional) por parte del Banco Central”, sostuvo el especialista.
Consumo familiar
El economista Damián Di Pace, de la consultora Focusmarket, señaló “que en la microeconomía, que es la gente, en todo proceso de ajuste hay desaceleración del crecimiento económico y caída del consumo”.
“Con una paritaria de 15% y una inflación de 27% es muy difícil recuperar el salario, excepto algunos que logren una compensación”, señaló.
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