Una verdadera payasada que contó con el respaldo cómplice de funcionarios del gobierno porteño y nacional, como el ministro del Interior Rogelio Frigerio que quedó debajo de las maderas del piso del presunto “restaurante” levantado en un viejo vagón de la línea A de subterráneos, que no pudieron soportar el peso de las pocas personas que allí estaban.
Y las excusas brindadas desde el gobierno de la Ciudad terminan de ponerle la frutilla al postre: “lo único que hicieron es acondicionar el vagón y mostrarlo. Mientras que no haya actividad comercial no tenemos que interceder”, aclararon voceros de Larreta para explicar por qué no intervinieron. “Solamente quisieron mostrar que los vagones habían tenido un destino solidario” agregraron.
La intención de la dirigente es atraer a los turistas y locales que llegarán a Villa Soldati para ver los Juegos Olímpicos de la Juventud. “En ese caso va a necesitar una habilitación”, aclararon desde Parque Patricios.
“Por ahora es un vagón puesto en un predio. Es como si te compraras un terreno y pusieras una casa rodante adentro. La Ciudad no tiene nada para habilitar”, señalaron desde el gobierno capitalino.
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