La Universidad de Avellaneda realizó un relevamiento en base a los datos oficiales publicados en la balanza de pagos, y allí se muestra que hasta septiembre, el último dato disponible, la inversión extranjera directa (IED), aquella destinada a la economía real, decayó un 14% desde que asumió Macri la presidencia de la Nación.
Son 8.280 millones de dólares ingresados en los primeros 9 de meses del año, contra los 9.577 millones que entraron al país entre enero y septiembre de 2015, en pleno cepo cambiario y con la incertidumbre electoral.
La IED tuvo una brusca caída en 2016, ya que cerró ese año con solo U$S3.200 millones de ingresos por este concepto, y luego repuntó este año. Aun así, la suba sirvió para ubicarse levemente por debajo de la tan criticada y cerrada economía kirchnerista.
En donde sí hubo una explosión fue en la inversión de cartera, incentivados por un combo de tasas altas, tipo de cambio inmóvil y levantamiento de las restricciones para la circulación de capitales golondrina. Solo en 2016 ingresaron más de 36 mil millones de dólares para destinarlos a la renta financiera, diez veces más que lo ingresado para la productiva. En 2017, ese rubro ya acumuló 28 mil millones de dólares en 9 meses. Por cada dólar que ingresó al país destinado a la inversión productiva, llegaron 3,37 para invertir en instrumentos como bonos y Lebacs.
En 2015, este rubro representó el ingreso de solo U$S 530 millones. De un año a otro, la fiesta financiera subió un 6700%
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