Ese mensaje fue la última comunicación que el suboficial mantuvo con su hermana el cuatro de noviembre, once días antes de desaparecer de los radares. En el mismo, advertía que la nave estaba siendo perseguida por los ingleses y los chilenos. “El lunes nos buscaba un helicóptero inglés y ayer los chilenos. Hay mucho movimiento allá”, advirtió en alusión a la proximidad del recorrido con la zona de exclusión que el Reino Unido estableció en 1982, tras el conflicto bélico.
“Fue un mensaje raro en el que nos decía que los estaba buscando un helicóptero británico y un buque chileno, pero lamentablemente no seguimos con esa conversación, quedó ahí. Ese fue el último mensaje”, detalló Jesica en diálogo con el diario La Gaceta. “No sé si se habrán acercado mucho a Malvinas, no sé cómo será el tema político. Eso es lo que nos dijo y es lo que nos queda a nosotros”, sumó.
En efecto, el recorrido del ARA iba del puerto de Ushuaia al de Mar del Plata, un punto de partida cercano a la zona de exclusión. La última posición reportada de la nave fue a 430 kilómetros de la costa, al sudoeste de la Península de Valdés, en plataforma argentina.
“Lamentablemente no seguimos con esa conversación, quedó ahí. Ese fue el último mensaje”, reconoció compungida. “Creo que no somos la única familia que tiene algo así, me parece que son muchísimas. La jueza Yáñez tendrá que investigar”, sumó, en alusión a la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez.
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