"En este último año la industria textil de Mar del Plata tuvo una caída importante. Hoy necesitamos cuatro cinco locales para vender lo que vendíamos en 2015", contó un empresario. "Los exportadores te ofrecen mercadería importada", sumó uno de los referentes en ese rubro que se ve duramente afectado por la apertura de importaciones.
En el barrio El Martillo, más conocido como barrio de trabajadores y corrales de materiales, en más de un año y medio ya cerró el 40% de los comercios dedicados a la construcción. "El año pasado dejé de pagar el alquiler y no sé si llego a fin de año", advirtió uno de los comerciantes.
El turismo también se ve resentido y quienes están vinculados a este rubro cuentan que con la suba de precios "el país es caro para el que vive aquí y caro para el que viene de afuera".
El hambre por la falta de trabajo crece. Un centro cultural, donde también funcionaba una biblioteca popular y un comedor donde proveían de alimentos a 35 personas vivió un fuerte incremento de la demanda.
"Desde 2016 el comedor toma protagonismo absoluto. La falta de trabajo, mucha necesidad de las familias y hoy estamos desbordados", confesó uno de los administradores del lugar.
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