El titular el gremio explicó que la empresa, cuyos propietarios son tres norteamericanos y un argentino, adujo a través de un encargado local “que tienen problemas económicos”. Según Pérez, Bravo Energy acumuló en el último tiempo “una deuda de 100 mil dólares de gas, por lo que le cortaron el suministro, deben los sueldos de junio y julio y 2,5 millones de pesos en aportes sindicales”.
“A la obra social hace tres años y medio que no aportan”, enumeró el dirigente sindical, y aseveró que su organización priorizó “el trabajo” de los empleados. “Pasa que la situación se volvió insostenible”, añadió el titular del Sindicato de Petróleo, Gas y Biodiesel.
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