Pero hay otro dato significativo. Ese endeudamiento se tomó casi exclusivamente en dólares, lo que elevó la exposición del Estado provincial a los vaivenes que puede tener la moneda extranjera. Por ejemplo, a partir de la grave crisis política que afectó a Brasil en las últimas semanas, el dólar dio un salto en Argentina, lo que elevó en los hechos el “rojo” cordobés.
Las últimas cifras disponibles son del 31 de marzo de 2017 y permiten ver la evolución que ha tenido el pasivo cordobés en 12 meses. El año pasado, la deuda no solamente era de 20.360 millones de pesos sino que, además, la distribución por moneda indicaba que el 72,71 por ciento estaba en dólares, mientras que el 26,80 por ciento restante era en pesos; mientras que el remanente correspondía a otras monedas.
Apenas un año después, esa relación se había modificado. Al 31 de marzo de este año, el monto global, según el Ministerio de Finanzas, había pasado a 35.360 millones de pesos, pero con un componente del 93,65 por ciento en dólares, según reveló en su edición de la víspera el diario Puntal de Río Cuarto. Al respecto, se agregó que la toma de pasivo más fuerte que realizó el gobierno de Schiaretti fue de 700 millones de dólares y se colocó a una tasa del 7,125 por ciento de interés.
Ese monto se utilizó en parte para refinanciar deuda y en parte para construir obras. Según informó originalmente la cartera de Economía, 500 millones de dólares tenían como destino obras de infraestructura. Los otros 200 millones se destinaron a refinanciar el bono Boncor 2017, que se colocó en 2010 a una tasa muy alta: 12,375 por ciento anual.
Los 700 millones de dólares vencen en 2021. Otros 150 millones de dólares se lanzaron al mercado en octubre del año pasado y también se cerraron con una tasa del 7,125 por ciento anual y a un plazo de diez años. Ese monto se colocó para la construcción de los gasoductos troncales del Gran Córdoba.
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