“Nunca imaginamos que cerraría, puede sucederle a una fábrica de pantalones, de camisas o pulóveres, que sabemos que tienen muchos problemas. En el mismo Ministerio de Trabajo están sorprendidos, nos han dicho que hay problemas en comercio, en el puerto, en salud, en la industria textil, pero reconocieron que tampoco se esperaban que cierre una harinera” expresó en diálogo con el medio 0223 Daniel Omar Fernández, uno de los trabajadores afectados.
“Recibimos un telegrama de suspensión por 75 días este lunes, tuvimos una reunión en el ministerio de Trabajo porque hicimos antes una presentación sabiendo de este problema, para ver si podíamos llegar a alguna conciliación. La empresa ratificó el telegrama que habíamos rechazado y la oferta de pagarnos una indemnización del 65% en cuotas por el cierre de la fábrica”, detalló Fernández, notoriamente dolido.
Al respecto del porvenir inmediato, el vocero de los empleados contó: “Terminados esos 75 días la van a cerrar, entendemos que este período es para negociar la salida de la gente y presionarla, los trabajadores necesitan de la plata ya, hay que pagar impuestos, boletas de servicios, medicamentos, hay que comer. Así, a algún compañero que tiene la necesidad, le ofrecen el 65%”, manifestó.
En esa línea, el vocero de los empleados contó: “Hemos puesto un montón de nuestro lado para que la empresa siga pero nos han dicho que no. Les hemos consultado para que se vea de venderla, para ver de reducir personal en algún lado, para buscarle la manera de que la fábrica siga funcionando, pero ellos dicen que se agotaron todos los caminos. No había otra fórmula que cerrar. Exponen que sale caro traer el trigo hasta acá, que no le dan los costos para vender sus productos, cuando otra harina que llega de Tandil a Mar del Plata sale 20 pesos más barata la bolsa”, describió Fernández.
La firma Andrés Lagomarsino S.A. produjo hasta ahora harina y subproductos derivados del tigro, como sémola y salvado. “Esta empresa debe tener unos 100 años, la firma cambió tres veces pero nunca imaginamos que cerraría una harinera”, insistió el referente de los trabajadores en plena manifestación en la puerta de la fábrica.
“Pretendemos que el Estado intervenga, porque quedan 62 familias en la calle. Vemos lo que ha pasado por ejemplo en San Luis donde cerró una cerámica, el gobierno la expropió y se la dio a los trabajadores para que la mantengan. Creemos que el gobierno municipal y el provincial deben hacerse cargo y que esto siga funcionando porque estamos ante un desastre”, concluyó Fernández.
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