Los representantes de la firma financiera le informaron al Ministerio de trabajo que sostendrán los sueldos hasta junio, aunque ya comenzaron a negociar retiros voluntarios, es decir, despidos encubiertos.
"No están atravesando una crisis. Lo que buscan es abaratar costos y al mismo tiempo desmantelar el sector más organizado sindicalmente dentro de la empresa", aseguró a Página 12 David Aguilera, delegado gremial en la compañía.
Los empleados afectados atienden a los clientes de Argentina y España, mientras que desde mitad de 2017 la firma trasladará su centro de operaciones para clientes de habla hispana en México, donde la fuerza laboral es más barata.
En febrero de 2016, el CEO global de la firma, Kenneth Chenault, cerró las áreas de créditos locales, autorizaciones y viajes, para también establecerlas en México.
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