El documento refiere que en contraposición a la actitud de sus vecinos Perú, Bolivia y Argentina, de mantener un reducido nivel de gasto bélico, “Chile se ha estado armando hasta los dientes con armas de Estados Unidos y otras naciones de la OTAN”.
“Durante los últimos años, Chile ha estado acumulando un formidable arsenal de armas avanzadas que han alarmado a sus vecinos Argentina, Bolivia y Perú. Y más de una justificación suficiente tienen los tres países para estar nerviosos, sobre todo teniendo en cuenta las adquisiciones desarrolladas desde finales de 2005: 200 tanques alemanes Leopard, 60 tanques franceses AMX-30, 60 tanques americanos M-41, 10 aviones F-16 a EE.UU., 18 F-16 utilizados en los Países Bajos, 4 naves holandesas y 3 destructores británicos, así como 2 submarinos Scorpene franceses”, detalla el texto.
Agrega que el ex comandante general de la Fuerza Aérea chilena, Osvaldo Sarabia, “dijo que los F-16 serían estacionados en el norte de la ciudad portuaria de Iquique, cerca de Perú y Bolivia”.
Rick Rozoff, autor del informe, indica que “los analistas de Relaciones Exteriores han dicho que el objetivo de Chile es ser una potencia militar hegemónica en América Latina con respecto a Perú, Argentina y Bolivia para defender los intereses económicos chilenos en esos países y, a través de conflictos armados, buscaría ampliar su territorio en la forma en que lo ha hecho en el pasado”.
No hay comentarios.