
La investigación tuvo un cimbronazo cuando el propio Macri desde la presidencia y con la ayuda de Oscar Aguad intentaron licuar la deuda que mantenía la empresa con el Estado. En esa maniobra la fiscal, Gabriela Boquín, detectó que se pretendía condonar el 99% de los 4500 millones de pesos de pasivo.
Ahora las empresas que deberán ser auditadas son Socma y Sideco, las empresas emblema del grupo familiar del ex Presidente.
Las empresas privadas ya no podrán escapar de entregar los libros y tendrán que responder sin más dilaciones por el tremendo pasivo que mantiene Macri con el Estado.
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