Ubicada a 100 km de las Cataratas y a 200 km de Posadas, la Capital de Misiones, el 21 de agosto cumple 13 años, se dedica a fabricar zapatillas deportivas sólo para Nike. En su época de gloria, llegó a fabricar para Fila, Umbro, Tryon, Converse y Asics, entre otras marcas.
En los últimos tres años todo cambió. “En el 2015 eramos 1460 trabajadores y con proyección a crecer, hoy somos 640. El golpe más fuerte fue el 18 de diciembre del año pasado, cuando despidieron a 175 compañeros, en una ciudad donde no llegamos a 75.000 habitantes. La planta da trabajo a toda la zona norte de la provincia”, explicó Darío Vera, delegado regional de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina UTICRA.
El 7 de junio, volvieron a despedir a 97 trabajadores, de los cuales fueron reincorporados a ocho. “La mayoría son madres solteras sostén de familia y estamos tratando de reincorporar a más compañeros. Estamos desde el día de los despidos en conciliación obligatoria hasta el martes 2 de julio”, explicó Vera a BAE Negocios.
El martes pasado tuvimos la segunda reunión conciliatoria, “pedimos la garantía de mantener los puestos de trabajo, una paz social por lo que resta del año”, señaló.
“Nike redujo los pedidos, la misma empresa Dass es la que le importa el calzado deportivo que se dejó de fabricar en la planta. Cayó estrepitosamente el consumo interno y subieron las importaciones, que hoy son indiscriminadas”, eso perjudicó a los trabajadores, contó Vera.
La suba de las importaciones impacta en todos los niveles, hace pocas horas se conocía la noticia que Iveco dejaría de fabricar las cabinas de los camiones y desde noviembre las traería listas de Brasil. Medida que pone en riesgo a más de 200 trabajadores de la planta cordobesa de Ferreyra.
El ingreso de mercadería impactó en los rubros textiles, en marroquinería, en calzado, entre otras industrias. Una vez más, los habitantes de una ciudad del norte argentino preocupados por no perder su fuente de trabajo.
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