El escenario es demasiado complejo y los actores están desarrollando estrategias legales y públicas diferenciadas. Desde la Coalición Cívica Libertadora que lidera la alquimista de la fe, Elisa Carrió, optaron por la táctica del maestro chino de la Guerra, Sun Tzu: esperar y contraatacar usando una formación efectista de distracción del enemigo. O sea: mientras la tropa de Carrió con la diputada denunciadora Oliveto eligió impugnar al juez Ramos Padilla de la mano de escuchas ilegales a detenidos políticos instruidas con colaboradores encuadernados de cartón –haciendo alarde de maniobras amañadas en los bordes de la ilegalidad y la nulidad procesal–, el fiscal preferido de Mauricio Macri, Carlos Stornelli designó abogado defensor y tomó vista del expediente. ¿Qué busca? Apartar al juez Ramos Padilla de la causa que lo relaciona sospechosamente con el supuesto agente de la DEA, D’Alessio, la AFI y la Gestapo de Py. ¿Cómo lo hará? Argumentando que Ramos Padilla no tendría competencia jurisdiccional y que el expediente debería ser derivado al despacho de alguna fiscalía amiga de Retiro. Sucede que el juez Ramos Padilla no estaría dispuesto a eludir su responsabilidad. Y el viernes 1° de marzo envió un oficio de nueve carillas que resulta lapidario contra el espionaje de la AFI, la DEA y el Ministerio de Defensa de Israel, y sus presuntos nexos con el acusado D’Alessio. Además, se ofreció a comparecer personalmente ante la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos de Inteligencia del Congreso, que preside Juan Carlos Marino. Según información de fuentes legislativas, esa comisión (recordar lo que decía Juan Perón de las comisiones parlamentarias) recibiría a Ramos Padilla el próximo 14 de marzo.
Veamos qué envió el juez y luego las diversas posiciones de los implicados ante un tema que debería ser tomado de forma urgente por el Congreso y la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya que D’Alessio confesó haber sido “un infiltrado” en ENARSA bajo las supuestas órdenes de la mayor agencia de seguridad del planeta –la NSA estadounidense (allí trabajó Edward Snowden)–, y el propio Stornelli sostuvo que lo conoció a través del periodista de Clarín Daniel Santoro como un presunto funcionario de la DEA y la embajada de Estados Unidos.
Sin embargo, el pasado 8 de febrero, esa representación diplomática negó el vínculo a través del diario Clarín: “No hay vínculos de Marcelo D’Alessio con nuestra embajada ni tampoco con el gobierno de los Estados Unidos”, sentenciaron voceros de la sede diplomática a cargo de Edward Prado, quien fue fiscal federal, juez de distrito y magistrado de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos. Donald Trump eligió como embajador en Argentina a un hombre muy dedicado a “la Justicia”.
Pruebas, no arrepentidos
En el oficio de Ramos Padilla hay datos inquietantes, algunos de los cuales fueron anticipados por este cronista el jueves 1° de marzo desde los portales de Contexto y Nuestras Voces.
El 1° marzo, el juez Ramos Padilla resumió los siguientes elementos de prueba que constan en 943 fojas del expediente FMP88/2019 en respuesta a la requisitoria CBI/03/19. A saber:
a) “Actividades de espionaje ilegal en nuestro país por parte de Marcelo Sebastián D’Alessio como posible agente de la Drug Enforcement Administration (DEA) o de otra agencia de inteligencia de los Estados Unidos de Norteamérica en posible connivencia con agentes y/o ex agentes orgánicos o inorgánicos de la AFI.”
b) “A partir de la múltiple información colectada, el imputado tendría vinculación principalmente con operaciones de narcotráfico y terrorismo –como él mismo ha alegado públicamente–, pero además se han hallado informes de inteligencia, de contrainteligencia y de acciones de campo relacionados con dirigentes políticos, periodistas, personas públicas, así como relacionados con investigaciones judiciales de trascendencia tales como la ‘mafia de los contenedores’, el ‘doble crimen de Unicenter’, el ‘triple crimen de General Rodríguez’, entre otros.”
c) “Además, se ha hallado documentación interna del organismo en poder del imputado Marcelo D’Alessio en formato digital, así como informes que aparecen con membretes de la AFI, de la Embajada de los Estados Unidos y del Ministry of Defense del Estado de Israel, entre otros.”
d) “Se ha hallado material fílmico y fotográfico de las operaciones que habría realizado, así como documentación con datos sensibles y de la intimidad de las personas investigadas (objetivos), tales como listados de llamadas entrantes y salientes, informes migratorios, domicilios, historial laboral y financiero y recolección de datos personales diversos.”
e) “Más allá de la actividad en sí misma, en la resolución dictada el día 25 de este mes se dio cuenta de algunas operaciones puntuales utilizando “metodologías de investigación” ilícitas, tales como la extorsión, la intimidación o la coacción en el marco de investigaciones paralelas sin autorización legal –pues la AFI ha negado vínculo con el nombrado– ni orden formal concreta de las autoridades judiciales y con conocimiento de las mismas, así como la obtención de réditos económicos indebidos a partir de esas operaciones, y en las imputaciones formuladas a un ex agente de la AFI se dio cuenta acerca del espionaje político sobre determinados periodistas y los reportes que D’Alessio le enviaba a personal de AFI que estaban en actividad.”
f) “Entre ellos, se puede citar la siguiente referencia concreta a la actividad vinculada con agencias de inteligencia realizada por el propio imputado D’Alessio: audio digital ‘Voz006.m4a’:
D’Alessio: Estuve dos años cobrando guita sin laburar, por eso ahí lo conocí a Marcos, te conocí a vos, lo conocí a ‘coso’, pero casi me habían desafectado del laburo porque me habían dado de baja…
Etchebest: ¿En qué año?
D: En 1991.
E: ¿En el 91 entraste?
D: Sí, mira, tengo la foto de cuando entré.
E: Ahora, ¿los muchachos no saben que vos trabajas ahí?
D: Sí, claro.
E: (Se ríe) Pero vos estabas en contacto con toda esa mafia, porque es una mafia. Yo no te dije nada, pero, ¿vos seguías laburando? ¿Podías cobrar el sueldo?
D: No, no, cobraba 24 mil dólares por mes… 14 mil dólares por mes, porque me habían dejado pasivo.
E: ¿Vos lo mismo laburabas en ENARSA?
D: No, no, sí laburaba en el ENARSA, con un cargo (no se logra descifrar lo que dice) Nunca cobré un peso. A ver, yo la pase muy mal en la época de Cristina porque el Ministerio de Timerman abre las valijas, después de la cumbre esto y lo otro. ¿Qué pasó? Timerman abre las valijas con la geolocalización, que son valijas especializadas que una vez que vos las abrís ya generan la geolocalización. Ahora te voy a explicar lo que es. Vos ponés tres valijas en tres lugares diferentes y eso se usa para hacer una barrera antimisiles, y Timerman decidió abrir esas valijas, gastó 68 millones de dólares. ¿Y qué hizo Estados Unidos? Nos rompió el culo a todos los de la DEA de acá. Nos sacaron del país y a nosotros nos mandaron a Montevideo.”
g) “Los elementos incautados durante el allanamiento producido en su vivienda –armas sofisticadas, equipamiento tecnológico, dispositivos con cámaras ocultas, legajos de registros de llamadas telefónicas, legajos de movimientos migratorios, anotaciones manuscritas en cuadernos vinculadas a operaciones de inteligencia, manual de inteligencia, carpetas de investigaciones de inteligencia sin identificación orgánica, drones con cámaras, etc.”
h) “Sus manifestaciones espontáneas efectuadas durante el procedimiento en las que evocó que debía comunicarse con Gustavo Arribas o la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y en el que refirió que poseía información cuya difusión podía resultar violatoria de la Ley Nacional de Inteligencia o poner en peligro la seguridad nacional –lo que ratificó en audiencia indagatoria.”
i) “Registros de mensajes y comunicaciones a través de los aparatos celulares utilizados por el imputado Marcelo D’Alessio vinculados a operaciones de ‘puesta en emergencia’ y coacciones en posible connivencia con el fiscal federal Carlos Stornelli y periodistas especializados –vgr. casos Etchebest y Brusa Dovat–, así como reporte de información a estos actores y hasta referencias a la posibilidad de ‘extraer’ personas del país.”
j) “Legajos e informes sobre operaciones de inteligencia y contrainteligencia obrantes en sus computadoras –vgr. Operación Jaitt, operación Traficante, operación Fantino, etc.–; informes remitidos a R.B. y Ricardo Bogoliuk sobre la ideología política de periodistas, entre otros; registros fílmicos y fotográficos, legajos de información identificatoria de objetivos –domicilios, teléfonos y datos personales–, casi todos de renombre público.”
k) “Las manifestaciones de D’Alessio reconociendo haber efectuado la operación de Pedro Etchebest por mandato de agentes de la AFI, tanto en la interposición de un recurso de habeas corpus como durante la audiencia indagatoria celebrada en la causa:
Textual de D’Alessio: Lo que yo declaré en el habeas corpus vinculado con quien me encargó la investigación es un alto directivo de la AFI, por eso no puedo ir a una cárcel federal, por eso requiero estar en Prefectura. Él recibía copia de todo lo que tenía que ver con el tema Etchebest, yo tenía que reportarle todo […] este funcionario de nombre Bogoliuk, exdirector de la DDI de La Matanza, estuvo como director de la DDI de Mar del Plata, fue fundador junto con Marcelo Saín de la PSA –luego se peleó–, estuvo con Stornelli trabajando en La Plata como coordinador general de la Policía bonaerense o algo así. Igual Stornelli no se acordaba de él, él sí se acordaba de Stornelli. Fue el que me pasó el caso del Sr. Pedro, que yo no sabía que se llamaba Pedro Etchebest […] Le estoy mostrando un entramado con la AFI, le puedo mostrar en mi computadora los trabajos que me encargaron antes. Yo estaba trabajando para ellos, supuestamente tenía que averiguar cuál era la ruta inversa del dinero K. […].”
l) “Estos y otros elementos que, como se ha dicho, están siendo aún objeto de análisis, son los que nos han llevado a concluir acerca de la actividad de espionaje ilegal que estaría desarrollando Marcelo Sebastián D’Alessio con la participación de agentes orgánicos o inorgánicos y exagentes de la AFI.”
m) “Le acompaño también copia de la resolución dictada el día 25 del corriente en la que se dio cuenta en forma pormenorizada de la actividad de Marcelo D’Alessio, en particular los hechos de extorsión a Pedro Etchebest, la maniobra ardidosa con uso de cámara oculta para involucrar a José Manuel Ubeira en un posible hecho ilícito en connivencia con el fiscal federal Carlos Stornelli, así como la posible coacción a Gonzalo Brusa Dovat para forzar su voluntad a denunciar presuntos hechos ilícitos cometidos en una empresa relacionada a PDVSA Argentina, entre otras que aún están siendo materia de análisis e investigación.”
Los tramos textuales son del juez Ramos Padilla en su oficio enviado al presidente de la comisión encargada de “fiscalizar” a los organismos de Inteligencia, Juan Carlos Marino. Ahora bien, ¿cómo se defienden los acusados? ¿Qué hará el jefe de seguridad del Congreso, Jorge Alberto Castañeda, con el pedido de dar a conocer a diputados y senadores todas las visitas de Marcelo Sebastián D’Alessio al Congreso? ¿Por qué el ARI de Carrió se opone?
Cruje la AFI: Las visitas de un comisario y el “grupo Sushi de los viernes”
Los comisarios Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk se negaron a declarar. Bogoliuk fue señalado por el propio D’Alessio como su jefe en la AFI. ¿Qué afirmó en el expediente? Que no cometió ningún delito, que vive de una agencia de seguridad radicada en la calle Juana Manso de Puerto Madero (aquí no damos direcciones ni publicamos fotos privadas como D’Alessio) y sigue detenido acusado de conformar una asociación ilícita dedicada al chantaje, el espionaje ilegal y el armado de causas judiciales.
La máxima referente del ARI, doctora Elisa Carrió, anunció públicamente que denunciará al diputado del Parlasur y exembajador ante el Vaticano, Eduardo Valdés, y al juez Ramos Padilla, valiéndose de escuchas ilegales que realizó un juzgado de Lomas de Zamora a un narcotraficante mexicano, vecino de pabellón de los encuadernados, con fotos de un cuaderno, en el marco de la Cruzada de Py.
La colega de la matrícula de Carrió, doctora Oliveto –a su vez– denunció a Valdés por una delirante confabulación ultra K (al parecer realizada con personas privadas de su libertad, embargadas, lejos de sus casas y familias, fuera del Poder Ejecutivo hace cuatro años, acusadas por dichos de imputados colaboradores).
Según fuentes de la causa, que ya no está bajo secreto de sumario, Oliveto habría conversado bastante seguido con Marcelo D’Alessio, quien decía ser abogado, pero no tenía matrícula. Algo que no le impidió gestionar, coaccionar, dirigir, filmar y llevar hasta el despacho de Stornelli al exfuncionario de PDVSA, Gonzalo Brusa Dovat, que sigue aterrado, pero analiza revelar cómo fue trasladado por una camioneta de la embajada de Estados Unidos y el propio D’Alessio hasta Comodoro Py 2002. En ese momento, D’Alessio grabó con uno de sus dos teléfonos a Brusa Dovat y el relato salió publicado por el gran periodista Santoro en Clarín el pasado 8 de febrero.
El juez Ramos Padilla es el encargado de evaluar si Santoro cometió un delito. Lo cierto es que el referente del sello FOPEA (entidad periodística libertaria e independiente que recibiría ayuda económica de la embajada de Estados Unidos) sostuvo que conoció a Brusa Dovat el 30 de enero y lo entrevistó en un restaurante de comida árabe de Palermo. Santoro admitió que la nota se la propuso el detenido e íntimo amigo suyo D’Alessio. Hasta ahí, todo correcto. ¿Qué es lo que no cuenta Santoro en sus notas de Clarín y en su sección en la mesa de “Animales”?
Varios abogados del fuero federal consultados para esta crónica han visto aparecerse a Santoro en el despacho del fiscal federal Carlos Stornelli leyendo expedientes de los encuadernados, con fotos de un cuaderno, y hasta habría presenciado testimoniales exponenciales. Ejemplo: el caso del estafador patotero Mariano Martínez Rojas, un amigo terrenal del rabino y empresario Sergio Bartolomé Szpolski (que dejó a cuatrocientas familias en la calle sin indemnización ni depósitos jubilatorios en el verano de 2016). El día que Martínez Rojas estuvo en la Gestapo de Comodoro Py, cuentan las fuentes, Santoro habría sido visto con Stornelli.
¿Por qué menciono a Szpolski? Porque se sacó una foto para el álbum con Antonio Horacio “Jaime” Stiuso en el diario Perfil el pasado 27 de enero. Tres días antes del operativo de D’Alessio contra Brusa Dovat. Y más: Szpolski es amigo del experto en finanzas complejas Juan José Gallea (adscripto de la AFI) y ferviente partidario del partido por el control total de los billetes. Los tres integrarían una sala histórica de la antigua SIDE llamada “Sushi de los viernes”. ¿Su referente máximo? Enrique “Coti” Nosiglia y otros numerarios. Todxs con “Jaime”.
Colofón
Son horas sin sueño para Marcelo D’Alessio. No sólo mencionó a Patricia Bulrrich, sino que agregó al empresario Mario Montoto en una maniobra incómoda con un preso rutilante y billonario. Para mal de males, no se olvidó tampoco de la tropa permanente de “Jaime” y eso es poco recomendable para su salud. Tanto como el malhumor del señor marido de la ministra, Guillermo Yanco, quien no gusta de las fotos y D’Alessio lo escrachó en su flujo de mensajes con el empresario extorsionado Pedro Etchebest.
Los agentes de 25 de Mayo 11, sede la AFI, ahora están analizando cómo frenar la ola cloacal que produjo la verba inflamada de D’Alessio. Viven preocupados porque el comisario Bogoliuk habría frecuentado la sede de los espías hasta el piso 9, donde estaría el despacho del jefe de gabinete de La Casa, Darío Biorci, asesor de Silvia Majdalani. Toda esta crisis servicial es padecida por el ejecutivo Hernán Nisenbaum, a cargo de la vocería de la inteligencia estatal. ¿O paraestatal? El muchacho, un fanático de las camisas celestes sin corbata, no pudo contener la renuncia de un tal “Rolo”, que se suma al devenir de un agente que lleva el apellido con la letra “S”, quien a su vez complica el trabajo conjunto con los policías provinciales a cargo del agente “P”. Estos informes se agolpan en el escritorio del “Señor 5”, Arribas, encargado de la “División Exterior”, es decir, el trato con la CIA, la DEA y el Mossad.
En el filo de la noche, una nueva víctima de D’Alessio estaría por declarar ante el juez Ramos Padilla. Su nombre es “M”. El mecanismo fue idéntico al de Etchebest: D’Alessio lo habría amenazado y luego un periodista obtuvo la primicia.
Como escribió John le Carré: “La paz se ha vuelto una sucia palabra, ¿no?”
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