Fuentes del sector explicaron a El Destape, que el cierre en Neuquén se dio por un cóctel de problemas: la caída del consumo, los problemas financieros internos de la compañía, el aislamiento de la planta más austral de la firma y el panorama económico de la Argentina para los próximos meses.
Los 32 empleados despedidos recibirán una indemnización que se abonará en 18 cuotas. La planta de Neuquén había sido fundada en 1992 y sobrevivió a la crisis del 2001.
Por la crisis, Sancor vendió hace días a Adecoagro sus plantas de Chivilcoy (Buenos Aires) y Morteros (Córdoba), además de las marcas “Las Tres Niñas” y “Angelita”. En los últimos tres años había cerrado y luego vendido las plantas en Brinkman, Córdoba (depósito importante de quesos), Coronel Charlone (Buenos Aires, elabora roquefort), Moldes (Córdoba, queso pasta dura para exportación y mercado interno) y Centeno, Santa Fe.
Según una encuesta realizada el mes pasado en el Area Metropolitana de Buenos Aires por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y el Instituto Proyección Ciudadana, el 34% de los consumidores reconoció que disminuyó el consumo de lácteos.
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