"Lo que hacía Macri era reuniones con empresarios muy grosos, uno a uno, en encuentros individuales, y con el resto de los empresarios pero de a 25 personas. A todos Macri les pedía el 1 por ciento del patrimonio de ellos, y ante el asombro, les argumentaba que él exigía el 1% por ciento porque el 99 por ciento restante iba a valer mucho más con él como presidente de la Nación", sostuvo Alconada Mon en su libro "La raíz de todos los males", a raíz de lo cual fue citado a declarar por Kreplak.
La declaración testimonial del periodista fue requerida por Noemí Viera, tal como consignó Página 12, que es una de las querellantes en la causa que ese juzgado, cuya identidad fue utilizada para justificar aportes de campaña que ella asegura que nunca hizo. Viera vive en Villa Itatí, tiene cinco hijos y es beneficiaria de un plan social, por lo que supone que sus datos fueron tomados de esa base.
Es por eso que por declaraciones que Alconada Mon a medios, en las que reiteró sus dichos en el libro, pidió que fuera convocado, ya que “describió un modus operandi” que “se habría utilizado para el financiamiento de las campañas de la Alianza Cambiemos”.
En su libro, el periodista también detalla distintos métodos de recaudación y algunas de las empresas más entusiastas, entre ellas varias contratistas del Estado, y parte incluidas en la causa de las fotocopias de los cuadernos. Según cuenta Alconada, Macri también agregaba a los empresarios que los aportes no debían ser en blanco.
Aquella campaña, dice el libro, costó $1760 millones, pero que el monto reportado a la Cámara Nacional Electoral fue once veces más bajo. El periodista confirmó todo ese relato, resguardando la fuente. Según señaló, Vidal también pedía directamente aportes a los empresarios: $500 mil en cash.
El periodista explicó que las modalidades de recaudación eran variadas: así como había aportes de dinero en negro, en efectivo, también los había en especies –desde el uso de aviones hasta catering–, aportes voluntarios de militantes y funcionarios y también de proveedores del Estado.
Como consignó Página 12, precisó que el equipo de recaudación de la campaña presidencial fue liderado por el empresario Nicolás Caputo, amigo personal de Macri, y el ex funcionario Edgardo Cenzón, que fue director de Compras y Contrataciones del gobierno porteño y luego se conoció que en esa misma época era titular de un fondo de inversión (no declarado) en las Islas Bermudas.
Entre las empresas que pusieron dinero en negro para campañas Alconada menciona y reiteró en el juzgado: “los Rocca (Techint), los Bulgheroni y los Roggio, así también como Eduardo Eurnekian y Daniel Vila y Jorge Born (h)… como antes lo fue Amalia Lacroze de Fortabat y Enrique Pescarmona conoció tiempos mejores”
Según Perfil, la testimonial de Alconada Mon se produjo ayer, cuando ratificó sus dichos en el marco del el expediente que tramita en el juzgado federal de La Plata, donde Kreplak identificó 4.721 aportantes físicos a las campañas de Cambiemos en 2015 y 2017.
Entre estas personas, unas 1.147 son beneficiarios de planes sociales (567) y monotributistas sociales (580). Estos hombres y mujeres conforman el universo de los contribuyentes más sensibles de Cambiemos y equivalen al 24,3 % del total de aportantes físicos.
Otro hallazgo reciente reveló que en solo dos días –4 y 5 de octubre del año pasado– hubo casi 200 depósitos por los cajeros automáticos de dos sucursales del Banco Nación, una de ellas a metros de la Casa Rosada, de dinero de la campaña bonaerense.
Kreplak investiga posibles delitos como asociación ilícita y lavado de dinero. La extesorera bonaerense María Fernanda Inza -excontadora general de la gobernadora Vidal, también denunciada, y actual empleada del gobierno nacional- es la principal imputada y pugna porque la causa quede únicamente en manos de la justicia electoral platense, lo que implicaría licuar responsabilidades penales, que las consecuencias se limiten a multas o sanciones y limpiar a su exjefa.
En el fuero federal porteño, gracias al favor del presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, buena parte de la investigación por lavado que tramitaba allí fue derivada al juez electoral platense, el "amarillo" Adolfo Ziulu. Sebastián Casanello se quedó sólo con una parte, que es la investigación de los aportantes truchos en la Ciudad de Buenos Aires.
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