Los números preocupan: $2132 millones de dólares se perdieron en solo en 2016 y mientras que en 2017, a raíz de las fuertes sequías, fue de $1972 millones de dólares.
Este no es un dato menor, ya que las políticas de Gobierno se enfocarán en relajar aún más los controles, trámites e impuesto que el sector agropecuario debe rendir antes entidades públicas.
"Desde que asumió Mauricio Macri su política económica ha ido en búsqueda de beneficiar a los sectores concentrados del poder económico, y el agro es un ejemplo de ello. Mientras tanto, bajan las jubilaciones y las asignaciones y se repite el discurso de que "hay que ser austeros", aseguró Itai Hagman.
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