
“Estoy a pocos meses de finalizar mi tercer mandato como presidente de la UIA (en abril de 2015)” le dijo el titular de la UIA, Héctor Méndez a la presidenta. “En estos tres mandatos he coincidido con usted y con su marido, de modo que siempre tuve de jefe a un Kirchner. Y sobreviví”, agregó Méndez, sentado al lado de la ex mandataria.
Habrá sobrevivido porque durante el kirchnerismo Mendez se cansó de quejarse y gritar pero sus negocios empresarios funcionaron bien. Pero a lo que no pudo sobrevivir es a las políticas económicas de Cambiemos, el gobierno al que el apoyo fervorosamente.
Mendez acaba de cerrar su empresa autopartista ITEC-Delphi instalada en la provincia de San Juan y dejó en la calle a 359 trabajadores a los que hasta ahora no les pagó un centavo.
La fábrica se declaró en quiebra e insolvente, por lo que a los trabajadores les costará años de litigio poder cobrar lo que les corresponde, si es que alguna vez lo logran. La típica maniobra de la mayoría de los grandes empresarios argentinos para quienes los trabajadores son simples objetos descartables.
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