Con esta decisión, se intenta imitar lo que sucede con otros productos de consumo masivo, como la carne, cuyo precio varía en sus cortes, en la demanda y en los barrios en donde se vende. Asimismo, el ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren se muestra entusiasmado con el ingreso al mercado de la firma holandesa Trafigura, que adquirió las estaciones que eran de Petrobras.
Desde la mencionada cartera esperan que una mayor competencia en los surtidores genere que los precios bajen, con firmas intentando captar más consumidores. En pos de ese objetivo, el Gobierno determinó precios libres y atados al dólar.
Sin embargo, desde esa decisión de la Casa Rosada el barril solo aumentó. De hecho, este año, gracias a la combinación del alza en el precio del petróleo crudo y la devaluación del peso frente al dólar, allanaron el terreno para que las petroleras aumenten los combustibles un 6% aproximadamente.
No hay comentarios.