Luciana Salazar cumplió el sueño de ser mamá. Todos los preparativos para el encuentro con su hija Matilda, el baby shower que le organizaron, el armado del cuarto de la nena, la llegada a Miami, el encuentro con la bebé y los primeros momentos de su nueva vida compartida quedaron registrados para la eternidad en el reality Luciana Mamá.
"Siempre quise tener una nena. Cuando me lo confirmaron, no lo podía creer. Matilda en mis brazos representó el cierre de una lucha de muchos años. Es el comienzo de una historia de amor", contó Luciana. La modelo subrogó un vientre en los Estados Unidos para poder tener a su hija.
Luciana recordó que las primeras personas que supieron de su decisión fueron su pareja de ese momento, el economista Martín Redrado, su mamá y Yamila, una amiga. "Para elegir el donante tuve en cuenta que tenga rasgos similares a mi familia. Te dan varias opciones de diferentes bancos de esperma, fui viendo y dije, es este", explicó.
En el reality quedó claro que Luciana depende de Yamila, su amiga asistente. Por momentos la mediática enloquecía con pedidos insólitos, como cuando le reprochó que estaba usando la misma ropa que ella para el baby shower. "Boluda, te vestiste igual que yo", gritó.
Los momentos más divertidos fueron durante el baby shower. En una fiesta a la que fueron familiares y amigos íntimos, Luciana jugó, se divirtió y se emocionó. Hasta intentó cumplir una prenda en la que tenía que poner el pañal a un globo mientras batía huevos. "No soy una niña, pero siento que no me pasa el tiempo", comentó.
Muy sensible, la modelo habló sobre lo que le genera esta nueva vida que se le viene junto a Matilda: "En los momentos donde me sensibilizo me cuesta hablar. Lloro mucho cuando me emociono. Lo hago más en soledad, frente a la gente me cuesta más. Es un momento muy fuerte y sensible. La conexión la siento desde ahora. Todo lo que hago está pensado para ella".
Polémica como siempre, la mediática tuvo tiempo de pelearse con su hermana Camila. La chica tenía dudas de viajar a los Estados Unidos para pasar las fiestas, algo que Luciana le pedía con insistencia. Se cruzaron algunas palabras, hasta que explotaron. "Vos querés manejar la vida de todos", le reprochó la hermana. "Me arruinaste el día. Ahora me voy angustiada", dijo, entre lágrimas la modelo. "Ponele ganas, es una vez", reprochó la rubia. Se levantó y se fue llorando.
El reality intentó mostrar a una Luciana más casual, en lo que fracaso rotundamente, y mostrar como fueron las primeras horas del encuentro tan esperado por ella, que lo hizo a medias ya que las escena pasaban a toda velocidad (para no aburrir al publico).
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