Casi todo los detenidos integran una misma familia y fueron identificados como Miguel Ángel Jiménez (58), alias "El Brujo"; su esposa, Arminda Lucrecia Díaz (57), directora de la Escuela 1214 y docente del Profesorado Secundario para Adultos; su hijo, Alfredo Daniel Albarracín (40) y Pablo Ramírez (38), alias "El Loco", todos con residencia en Quimilí.
La jueza a cargo de la causa, Rosa Falco de Rainieri, dijo a la prensa que el niño Mario Agustín Salto "fue asesinado durante un ritual satánico" e informó que en la casa de "El Brujo" Jiménez se encontraron "muchísimas evidencias" que permitieron "comenzar a aclarar la causa". Por tal motivo, los detenidos quedaron acusados del delito de "violación seguida de muerte".
De la investigación, que lleva casi un año y medio, participaron a pedido de la Justicia santiagueña efectivos de la policía de Río Negro, de San Luis y de la Policía Federal, quienes realizaron rastrillajes con perros adiestrados que señalaron la casa de Jiménez, donde se descubrió un altar en el que se realizaban ritos diabólicos. No obstante, los investigadores continuaban con los procedimientos dirigidos por la magistrada, quien no descarta que se produzcan nuevas detenciones.
La jueza Falco de Rainieri es la tercera magistrada que interviene en la causa, en la que hay otros tres detenidos: Rodolfo "Rody" Sequeira, acusado del secuestro del niño; David Tomás Sosa, quien inicialmente apareció en la causa como un testigo de "identidad reservada", y Ramón "Burra" Salvatierra, un peón rural de Quimilí, acusado de encubrimiento y con arresto domiciliario.
El niño fue hallado asesinado, violado y descuartizado el 2 de junio de 2016, 48 horas después de ir a pescar a una laguna de Quimil. En un reciente informe elevado por forenses de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se logró determinar que Mario fue violado y, tras ser colgado con un alambre, fue descuartizado con vida.
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