“Acabamos de ceder cinco aviones caza de Super Étendard que son un poco antiguos, pero que son importantes para ellos (los argentinos)”, aseguró el Embajador Pierre Henri Guignard en una entrevista.
“Es un monto un poco simbólico, ya que no son aparatos nuevos, pero permitirán a Argentina seguir usando Super Étendard y, en particular antes del G-20, poder tener unos aparatos que son operacionales”, agregó.
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La cumbre del Grupo de los 20 países industrializados y en desarrollo (G-20) se realizará a finales del 2018 en Argentina y Buenos Aires será anfitrión en diciembre de la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio.
Pero no queda del todo clara la vinculación entre la compra de esos cinco aviones de guerra obsoletos y la cumbre del G-20 como argumento para explicar la operación. A menos que el gobierno de Macri pretenda hacer algún tipo de demostración de fuerza especial frente a los mandatarios de las principales potencias del mundo que se darán cita en Buenos Aires el año próximo.
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