En territorio ruso, Jorge Sampaoli perdió su invicto al frente de la Selección: su equipo estuvo en ventaja por dos goles, pero Nigeria torció la historia y se impuso 4-2. Lionel Messi no estuvo presente y se encendió una alarma camino al Mundial 2018.
En la primera mitad, la Albiceleste gozó del dominio de la pelota y abrió el marcador tras un grosero error del arquero africano, bien aprovechado por Éver Banega –de tiro libre–. Más tarde, una gran combinación entre Paulo Dybala y Cristian Pavón culminó con el tanto de Sergio Agüero, quien sumó crédito pensando en la lista mundialista.
Pero el cuadro africano reaccionó a pocos minutos del entretiempo y fue Kelechi Iheanacho el que dejó sin chances a Agustín Marchesín, con un tiro directo al borde del área. El descuento fortaleció a los nigerianos, que en el complemento salieron decididos a dar vuelta la historia.
Y fue en esta mitad en la que se exhibieron las mayores dificultades en la línea de tres propuesta por Sampaoli. La velocidad, filtraciones y eficacia de los atacantes de las Águilas fueron demasiado: Alex Iwobi empardó el pleito en un descuido y más tarde pondría en ridículo a Javier Mascherano, para darle cifras definitivas al cotejo (el tercero fue de Brian Idowu).
El cuerpo técnico albiceleste ensayó algunas variantes respecto al triunfo ante Rusia del sábado pasado. Agustín Marchesín, Pavón y Banega fueron los refrescos iniciales. Además, en el complemento sumaron minutos Darío Benedetto, Alejandro Gómez, Fernando Belluschi, Emiliano Rigoni, Diego Perotti y Emiliano Insúa.
Apenas un cabezazo de Benedetto después de un buen centro de Belluschi y algún intento aislado, desde lejos, fue lo poco que ofreció Argentina en la ofensiva durante los últimos 45 minutos.
El próximo compromiso de la Selección será en marzo ante Italia, aunque existe la posibilidad de que un combinado local actúe en el mes de febrero.
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