“La empresa tiene 34 años, cuando nos mudamos a Morón teníamos un flujo de trabajo muy bueno porque todo iba avanzando, en ese momento aumentamos la producción como el 50%”, sentenció Fernando Jakubowicz, dueño de la firma, en diálogo con el canal provincial QM NOTICIAS que mostró un informe sobre la situación que atraviesa la planta.
“Es un cementerio de máquinas, pero sin flores. Se vendieron dos máquinas para pagar parte del sueldo a la gente”, confesó Jakubowicz. Otro motivo, por el que puede desaparecer es a raíz de las agresivas políticas de comercio exterior de China. “Los costos argentinos iban subiendo y los valores chinos siempre se mantuvieron”, sostuvo.
“El propio gobierno no compra jeringas argentinas porque buscan dos centavos más baratas y compran eso. No nos quieren comprar, no nos llaman ni para licitar. Si el propio gobierno no compra lo que se fabrica en su país qué podemos esperar”, sentenció.
La fábrica se encarga de elaborar jeringas, tubuladuras, sondas y frascos. Todos los productos son sometidos a un exhaustivo sistema de control de calidad. Pero aún así, la producción bajo notablemente y los trabajadores no logran aceptar el cambio que sufrió la fábrica durante este último tiempo. “Desgraciadamente no tengo esperanzas para el futuro. Ahora, debemos más de 1 millón de pesos de luz”, concluyó.
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