“En los últimos meses venimos asistiendo a un escenario cada vez más complicado en lo que respecta a la industria avícola, con precios de mercado golpeados por una sobreoferta de producto, costos ascendentes, presión tributaria, costos laborales no salariales, ausentismos y, por qué no decirlo, ineficiencias varias”, sostuvo el escrito.
En este marco, desde la CRA explicaron que “este combo nos da como resultado la realidad que nos toca transitar” y “desde el sector industrial se afirma que con estos valores no somos competitivos y solo exportamos a quebranto”.
“Aunque la verdad cruda sea un poco peor, en off de record los industriales esperan una canibalización del mercado con la salida de dos empresas seriamente comprometidas, repitiendo la historia de la emblemática avícola San Sebastián que cerró en los años 90 para descomprimir el frente interno”, analizaron.
En el caso de los costos de producción, los rubros principales, como son la mano de obra, el gas y la electricidad sobrepasan de manera notable aquello que paga la industria. Este análisis se da en un contexto donde incluso no se midió el impacto del último incremento de las tarifas eléctricas, que fue de un orden del 58%.
“Demás está decir que la crisis del sector avícola general repercute muy fuerte sobre este eslabón de los productores integrados. Sabido es que los que trabajan con empresas que cierran no cobran nunca más o, si lo hacen, será en una mínima expresión de lo que se les adeuda (como excepción a la regla)”, concluyó el informe.
No hay comentarios.