Un tridente a la deriva

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Un tridente a la deriva
Marcos Peña acompañó ayer a Mauricio Macri en la conferencia de prensa donde el Presidente debió asumir errores y anular tanto el acuerdo con el ex-Correo como el nuevo cálculo de haberes previsionales.


"Mis ministros asumieron el compromiso de trabajar con honestidad, donde la ley es igual para todos". Mauricio Macri invirtió ayer la ley de la verticalidad política y cuidado del líder. El Presidente de la Nación debió salir a poner la cara por sus funcionarios, después de una semana de desaciertos y errores generados desde el Gabinete. El problema en Cambiemos ya no es la periferia del poder, sino el centro de la toma de decisiones, a pocos metros de la oficina del jefe de Estado.

Otra vez, no hubo filtro político que pudiera frenar la concatenación de errores en el Poder Ejecutivo Nacional: los subordinados desprotegieron al jefe y lo obligaron a subir a un atril en Casa Rosada para dar explicaciones, admitir falta de política y dar marcha atrás con medidas de Gobierno que debieron ser frenadas antes de llegar a la lapicera del primer mandatario. Marcos Peña, jefe de Gabinete a cargo de la administración pública nacional por mandato de la Constitución Nacional, no funcionó como barrera de contención política para evitar que la cadena de errores sea pagada por el Presidente.

Por primera vez, Macri ensayó ayer en público una crítica tácita e indirecta a su jefe de Gabinete. "No previmos un mecanismo de difusión y discusión adecuado de lo que hicimos", dijo el Presidente en referencia al acuerdo entre el Estado y el ex Correo Argentino SA. Se sabe que la comunicación y "difusión" de los actos de gobierno son el expertise de Peña. Pero esta vez la falta de previsión fue tal que el Presidente anunció que ese acuerdo quedaba anulado y volvía a foja cero. Nadie se lo advirtió antes y debió pagar el costo.

Confesión
En la UCR el fastidio con la figura de Peña ya es pública. Oscar Aguad, ministro de Comunicación, tuvo la osadía de "escrachar" al jefe de Gabinete en público: "Yo le avisé el acuerdo con el Correo y él me dijo dale para adelante". La confesión de ese radical cordobés revela, más allá de la falta de subordinación, que la Jefatura de Gabinete funciona más como una oficina de control de gestión sin volumen político y estrategia electoral que como un centro de toma de decisiones.

El jefe de Ministros comenzó a concentrar, aún más, el poder a fines de diciembre del año pasado. Purgó el gabinete, se deshizo del díscolo Alfonso Prat Gay, eyectó a uno de los máximos exponentes de la vieja guardia del PRO, Carlos Melconian, de la presidencia del Banco Nación e intervino en el Ministerio de Hacienda ahora a cargo de Nicolás Dujovne. A pesar de ese proceso de acumulación de poder, necesario en un año electoral, Macri todavía no tiene quién le cuide las espaldas.

El ejercicio del poder en Cambiemos comienza a tornarse paradojal. Después de la purga encabezada por Peña, ya no hay fusibles en el gabinete de cara a las elecciones. Ayer Macri descartó remover a algún ministro y debió salir a dar explicaciones por los errores de sus subordinados. "No tengo previsto ningún cambio, estoy orgulloso del equipo que tengo y lo seguiré apoyando. A los que hablan de saber hacer política les recuerdo que estamos acá porque los que sabían hacer política nos llevaron adonde nos llevaron...con muchos argentinos sin trabajo y avance del narcotráfico", dijo el Presidente. Peña, en quien Macri delega la administración cotidiana del Estado y el control de los ministerios, esta vez tampoco funcionó como filtro para preservar al jefe de Estado. Fue al revés. Una vez más, fue Macri quien salió a dar la cara para preservar a sus ministros,

Errores
Desde la perspectiva institucional, que el Presidente encabece una conferencia de prensa abierta, acepte preguntas, admita errores y brinde explicaciones es un avance. En lo político, y en pleno año electoral, el Presidente debió salir a pagar la falta de coordinación del gabinete y de las medidas de gobierno.

La lista de errores es larga y ya publicada: improvisación y falta de audiencia pública para implementar el tarifazo al gas, que incluyó un fallo adverso de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Ingenuidad y demora para actualizar el Impuesto a las Ganancias, un error que hizo amotinar al pan peronismo en Diputados y que se logró frenar a partir de la negociación de Rogelio Frigerio con los gobernadores en el Senado. Ayer, fue el turno del acuerdo por el ex-Correo SA, de Franco Macri, y el cálculo de los haberes jubilatorios. Y la lista también incluye el feriado trasladable del 24 de marzo, una medida innecesaria que también desdibujó la autoridad presidencial y que nadie filtró antes de llegar a la lapicera del Presidente.

Fuente: Ambito

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